Los procesos culturales sabemos que llevan tiempo y aunque en el mundo de lo privado persista la opinión que existen tareas que las realizan mayoritariamente los hombres (arreglar desperfectos) o las mujeres (cocinar, lavar, cuidar, comprar en el supermercado y hacer el aseo) es interesante y por ende destacable que el espacio de la mujer en el mundo de lo público cuente con una visión mucho más igualitaria y menos reduccionista.
La última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de mayo de 2012, da cuenta de un interesante cambio cultural. El año 1995, los chilenos eran mucho más conservadores respecto de la participación de la mujer en el mundo del trabajo que el año 2012. Y digo conservadores por no decir restrictivos respecto al desarrollo de la mujer como algo distinto a su rol de madre, esposa y dueña de casa.
Llama la atención que la frase: “la mujer que se queda en la casa es mejor madre” haya bajado de un 54% que se mostraba de acuerdo el año 1995 a sólo un 38% el año 2012. Asimismo, bajan percepciones como: “Si la mujer no trabaja, los hijos tienen mejor rendimiento escolar” o “si la mujer trabaja, es más probable que la pareja se separe”, lo que denota que en siete años se ha producido un cambio que permite que la imagen de la mujer se amplíe hacia otras esferas que traspasan el mundo de lo privado (casa, hijos, cuidado de ancianos) para ir participando más del nivel de lo público (trabajo, participación política, etc).
Hombres y mujeres: ¿diferencias?
Otro de los elementos que destacan en las láminas comparativas de esta encuesta, entre los años 1995 y 2012, es que en todas las profesiones consultadas se produce un aumento significativo en creer que hombres y mujeres están capacitados por igual para desarrollar cargos como: médico cirujano, piloto, alcalde, juez, profesor, captador de créditos, senador/diputado, ministro, gerente o Presidente.
El año 1995, el que un piloto de avión (26%) o un Presidente de la República (33%) fuesen profesiones que hombres y mujeres pudiesen desarrollar por igual era inferior al 50%. Hoy, tras haber tenido una Presidenta, no existe ninguna profesión evaluada que no pueda ser ejercida por hombres y por mujeres por igual, y con valoraciones tan altas como las que se pueden ver en la lámina.
Respecto de las cualidades de las personas que trabajan y buscando si hombres y mujeres son más o menos responsables, leales, productivos, de decisiones rápidas, capaces de trabajar en equipo o proclives a un buen trato con los demás, sorprende que no existan diferencias entre hombres y mujeres y que la opinión sea ambos por igual.
Los procesos culturales sabemos que llevan tiempo y aunque en el mundo de lo privado persista la opinión de que existen tareas que realizan mayoritariamente los hombres (arreglar desperfectos) o las mujeres (cocinar, lavar, cuidar, comprar en el supermercado y hacer el aseo) es interesante y, por ende, destacable, que el espacio de la mujer en el mundo de lo público cuente con una visión mucho más igualitaria y menos reduccionista.
Comentarios
17 de mayo
Está muy bien radactado, coherente y hace un buen análisis de la encuesta. Siempre ha habido una tendencia en creer que las mujeres tienen mejor disposición a trabajar en equipo que los hombres, pero eso puede haber cam,biado al igual que han cambiado los otros aspectos. Muy buen artículo Andreita. Qué bueno que se vayan eliminando esas diferencias que más parecen injusticias que diferencias.
+1
17 de mayo
La verdad es que me hubiese gustado subir las dos láminas de la encuesta, ya que los cambios son muy notorios y son, por cierto una buena noticia. Cariños y gracias por opinar! 😉