La realidad es que esta masculinidad hegemónica es una metástasis omnipresente, aquí en Chile o en la India porque, a pesar de las apariencias, no ha logrado desbloquear su propia crueldad. Ya sabemos que, sin importar su espíritu libertario, la misoginia latente está ahí, para volver a insultar, llamarnos zorras, para discriminar y golpear.
No había vuelto a escribir en este sitio, luego de la viralización de mi última columna sobre heteropatriarcado y diversidades sexuales. Pero la violencia y abuso gratuito de parte de Angel Carcavilla a Jehndelyn Nuñez en Twitter, me hizo salir de mi retiro y un poco de mis casillas ¿A ustedes no? ¿No sienten que hay demasiada violencia simbólica en el discurso social hoy en día, como para que además tengamos que aguantar la que viene de un antiguo periodista ex-paladín de la irreverencia mediática?
El Problema es que es «Uno Más».
Si yo pudiera hablar en persona con el señor Carcavilla, le preguntaría qué hay de irreverente en humillar a las mujeres con los mismos códigos machista de hace 100 años atrás: gorda, vieja, puta, loca; que hay de creativo – ya que él se vende como tal- en reproducir una y otra vez, las narrativas de cosificación brutal sobre los cuerpos de las mujeres.
Tal vez ustedes digan que yo exagero, que las feministas somos amargadas y no nos tomamos las cosas con humor, que total «estas cosas pasan» y «es uno más no más». Exacto. Ese es el problema. La violencia, sobre todo la simbólica, que se reproduce como bromas, como dichos sexistas, en esa discriminación solapada de buena onda, está tan normalizada, es tan parte de nuestro devenir, que la aceptamos como natural, como parte de la personalidad de la gente y hasta la llamamos irreverencia.
Que se me entienda bien: Él no es el único culpable. Tiene razón su amigo Gumucio cuando afirma que Carcavilla: «Sólo dice lo que nadie se atreve a decir». Lo que sale de su boca es sólo la evidencia irrefutable de que vivimos en un espejismo de igualdad y respeto, que luce muy bien en los discursos oficiales y en los videos de «marca país», pero que no ha logrado entrar en la mente ni en la practica cotidiana de nuestra convivencia social.
Entendemos mal la libertad de expresión si la equiparamos con el privilegio masculino de ejercer violencia simbólica .
Fuera de la esfera política, fuera de las cámaras, en el día a día, las mujeres (y los gays, los inmigrantes sudamericanos, los pobres) aún tenemos que demostrar que somos seres humanos y esforzarnos para que nos traten como tales: Todavía, cuando encontramos un grupo de hombres en la calle, pensamos “no nos vayan a dar un agarrón o a denigrar con algún piropo”; aún nos organizamos entre amigas, para volver a casa por la noche, no vaya a ser que “pase algo malo”.
¿Qué es lo malo? ¿Qué es lo peligroso? El ser consideradas objetos, lo que autoriza a aquellos considerados sujetos, los varones, a ejercer todo tipo de violencia contra nosotras.
Macho Progres: El Neo Patriarcado
Angel Carcavilla y sus recurrentes ataques misóginos contra las mujeres, en el pasado contra Soledad Pérez ( a quién llamó gorda decadente) y ahora contra Jehndelyn, representa una corriente machista en boga, de un patriarcado renovado que abunda en los medios de comunicación y espacios de poder en Chile: Los Macho Progre.
El Macho Progre, que es libertario, de mente abierta, predica la tolerancia, es partidario de la democracia. Incluso, puede decir que apoya las luchas de las mujeres por una mayor justicia social; pero no está dispuesto a cuestionar sus privilegios: Ni los que le corresponden como hombre, ni los sociales, ni los raciales, ni los económicos.
El Macho Progre, que no es machista porque él “lava los platos los fines de semana” o “cuida a las compañeras en las protestas”.
El Macho Progre, que se declara libre en función que las ventajas de tener plata, cámara y autoridad, para imponer opiniones que refuerzan la discriminación.
El Macho Progre, nuestro Gurú sentimental, que escribe columnas en revistas femeninas acerca de qué deberíamos hacer para retener a nuestros hombres.
El Macho Progre, que nos explica qué es el Feminismo, porque, obviamente, “las compañeras no lo entienden bien”.
El Macho Progre, llorando por algunos genocidios y apoyando otros, porque en estos últimos, muere gente que no le cae bien.
El Macho Progre, que no es homofóbico, pero preferiría que los gays no se casen.
El Macho Progre, que rechaza, tajantemente, los dichos racistas, pero cree que decir “Negrita rica y jugosa” no es ofensivo.
El Macho Progre, armando pelea contra una modelo de farándula y nunca cuestionando de verdad el sistema.
Misoginia, Misoginia Everywhere
Angel Carcavilla debería ser el niño símbolo de los Macho Progre chilenos – se lo ha ganado – porque ha resumido en un twit la esencia contradictoria de este progresismo masculino, que alcanza para todo, menos para la dignidad de las mujeres. Esta masculinidad que necesita soñar que es heroíca, que salva, que denuncia y cambia el sistema, porque no soporta la realidad: El tufo de su opresiva hegemonía.
La realidad es que esta masculinidad hegemónica es una metástasis omnipresente, aquí en Chile o en la India porque, a pesar de las apariencias, no ha logrado desbloquear su propia crueldad. Ya sabemos que, sin importar su espíritu libertario, la misoginia latente está ahí, para volver a insultar, llamarnos zorras, para discriminar y golpear.
Creemos vivir en un país de mente abierta y avanzada, donde las mujeres hemos alcanzado un grado de visibilidad y respeto en la sociedad que- para recurrir a las comparaciones clichés – no tienen las mujeres en India o Afganistán, por ejemplo.
Esto, en lo cotidiano, aún es una mera fantasía para muchas. Las leyes regulan escenarios posibles, pero no los crean ni cambian mentalidades. Ni los decretos, ni los ministerios ni las políticas públicas por sí mismas, pueden hacer el milagro de darnos la irreverencia que necesitamos: La de considerar a las mujeres personas.
Comentarios
20 de junio
la cabrita esa da verguenza
-5
20 de junio
carcavilla es un idiota, un muy buen amigo mio trabajó con el y llegaba todos los días quejándose de lo imbécil, egocentrico, mal educado y despota que es, no me extraña nada.
+2
20 de junio
Gran columna que detalla la hipocresía de los seudo progre que son ultra vendidos al poder que alguna vez desafiaron pero del que hoy son empleados defensores. Patéticos todos. Carcavilla, Gumucio (que dice que las niñas se agarran a los adultos viejos no al revez), Francisco Méndez que vive a costa de humillar a medio mundo siendo él un sin cerebro, Patricio Fernández que teme a los movimientos sociales.
+6
21 de junio
Gente como este «hombre» (si es que se puede llamar ) nos hace ser un país retrogrado y miserable, que en vez de atacar a chichas faranduleras apoyan a políticos de mierda que no hacen más que empobrecer … y sra. Claudia.. que lástima que existan comentarios tan desafortunados como el suyo.. no sea weona! (Y)
+3
21 de junio
¿Que es eso de violencia simbólica?.
En nuestro país la mayor desigualdad es la que se da entre los ricos y los pobres, no entre los hombres y las mujeres. En nuestra sociedad una mujer rica tiene muchas más oportunidades que un hombre pobre.
0
21 de junio
Lea a Pierre Bourdieu.
23 de junio
Muchas gracias por darle un nombre a esta clase de ser humano que se denomina igualitario y pro-mujer pero en el fondo igual es un machista asqueroso y probablemente sólo dice apoyar a las mujeres pa poder engrupirse a alguna niña. Cito una frase que me gusta mucho: «Detrás de cada hombre burgués hay una gran mujer, pero detrás de un hombre revolucionario no hay nadie pues su compañera camina junto a él.»
0
23 de junio
Tienes toda la razón, y no es para nada ironía ni sarcasmo.
-1
23 de junio
Prefiero mil veces el Macho Progre al Fleto o asexuado Progre.
-6
14 de agosto
Me acabo de dar cuenta que tengo algo de machista progre…viva el neopatriarcado!!! 😀
+1
21 de agosto
De lo que no te das cuenta es de que das pena y te humillas a vos mismo 🙂 Patético