El 11 de marzo de 2006 marca un hito para las mujeres chilenas. Y es que en esa fecha, asumía Michelle Bachelet como la primera presidenta del país. El género femenino supuso que este sería el comienzo de una nueva era de reivindicación. Más derechos, más seguridad y con más poder. Pero eso no ocurrió. Poco y nada se hizo por sus derechos y participación laboral, no se avanzó en la despenalización del aborto, ni en salud, pensión, o protección de las mujeres. Aquí algunos de las históricas demandas, que se niegan a morir.
El Foro Económico Mundial ubica a nuestro país en el lugar 121 (entre 134) de los con mayor diferencia de salario entre trabajadores de ambos sexos. La Organización Internacional del Trabajo determinó que el año 2009, las mujeres ganaron el 79% del sueldo de los hombres. Por su parte Banco Interamericano de Desarrollo indicaba que Chile es el quinto país con mayor brecha salarial en el continente.
Para remediar esta desigualdad, ese año entró en vigencia en Chile la Ley de Igualdad Salarial, que pretendía la nivelación salarial e igualdad entre géneros. Pero al año del cumplimiento, el 53% de las empresas aún no había establecido una nivelación. Asimismo las denuncias por protección a la maternidad aumentaron en un 12%, las que, en más del 80%, luego de las fiscalizaciones, no generaron multas. Esto afecta a la fuerza laboral femenina, un 43,4% de la población de mujeres. Tristes resultados nacionales, si son comparados con el 78,2% de Suecia o el 77,3% de Dinamarca, países del primer mundo que potencian, apoyan y dan oportunidades el trabajo de las mujeres.
Por su parte, el sistema privado de pensiones, al igual que el mercado laboral, discrimina a las mujeres chilenas. Informes aseguran que los hombres que jubilan, reciben una pensión vitalicia 30,7% superior a las mujeres. Esta situación ha sido denunciada en nuestro país, y a nivel internacional, el máximo tribunal de la Corte Europea de Justicia ha dictaminado que las aseguradoras «no pueden continuar utilizando estadísticas relacionadas con el género para calcular riesgos y fijar primas en ninguno de sus productos.esto debiese haber obligado a revisar las pensiones privadas”, pasados dos años no ha pasado nada en Chile.
En la salud existen graves falencias también. Según denuncian empleados de isapres, la venta de planes debe ser excluyente para mujeres, y si lo hacen se les reduce las comisiones y el sueldo al vendedor. Por si esto fuera poco, todos los años reajustan unilateralmente el plan de las isapres. La parlamentaria Marcela Sabat (RN) muestra su indignación asegurando que por estar en edad fértil debe pagar más.
En 2011, de los 66.132 matrimonios realizados, 35.823 parejas optaron por la sociedad conyugal, régimen discriminatorio contra la mujer, ya que por ley, el marido es el jefe de la sociedad, administra con amplias facultades sus bienes propios, los bienes sociales y los bienes de la mujer. Ella, por sí sola, no puede solicitar un crédito, sin que su marido le firme una autorización; si se separan, la mujer pierden la posibilidad (Art. 14)de obtener subsidio habitacional; no puede recibir asignación familiar (artículo 3 letra a) de que es beneficiario su cónyuge, entre muchas otras desigualdades.
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Foto: Osama / Licencia CC
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