En la Tercera me encontré finalmente con un artículo que incluye la opinión de una abogada donde se deja claro que el Acuerdo Unión Civil es una ley patrimonial y deja afuera a los hijos: Para Fabiola Lathrop esa es la principal crítica que se le puede hacer a la ley: la regulación filial. “Finalmente esta ley es patrimonial, los hijos son los grandes ausentes”.
Es decir los hijos no tienen el valor, ni la dignidad que se les debe con esta legislación, y uno no tiene que ser abogada para saberlo. Bastaría con ser hijo de una pareja del mismo sexo para vivir y conocer esta discriminación arbitraria del Estado chileno. El AUC si bien es «el peor es nada» para todos los convivientes que desean legalizar y proteger su patrimonio en común y dejar amparados a sus parejas ante las familias de origen que aún no aprenden a desprenderse de sus hijos, hijas o hijes y respetar lo que construyeron durante la convivencia que mantuvieron con otra persona sin importar la orientación sexual de él, ella o elle. Excluye lo más importante los derechos de hijos de familias homoparentales.¿Qué culpa tienen los hijos de familias no heteroparentales de vivir bajo un Estado que aún no los protege?
Lo que se debe tener bien claro es que a pesar del desamparo legal y desigualdad social de niños, niñas y niñes que son criados por personas del mismo sexo, nuestros legisladores no hicieron las cosas como corresponde. No dignificaron a los hijos de familias homoparentales con el AUC. Con esta ley seguirán viviendo vulnerados de sus derechos directamente causados por la arbitrariedad política de nuestro poder legislativo. ¿Por qué no haber corregido la vulneración de sus derechos a una identidad familiar, reconocimiento legal con un estado civil de hijo, hija o hije de ambas madres o padres, registro legal e igualitario en su certificado de nacimiento, a derechos filiales que los protegen de manera completa? ¿Para qué sostener esta distinción en contra de ellos a raíz de la orientación sexual o la identidad de género de sus madres o padres?
Esto es un atentado contra los hijos de familias no heteroparentales y por donde tu miras esta ley es arbitrariamente discriminadora contra los derechos fundamentales de todo hijo, hija e hije nacido y criado en este país estrecho, largo y discriminador. ¿Qué culpa tienen los hijos de familias no heteroparentales de vivir bajo un Estado que aún no los protege?
Comentarios
12 de febrero
Estimada Claudia, uno debe ir al fondo de las cosas. Es la línea de sangre lo que la lleva, no lo que denomina derecho filial. No es un problema de género, es de ascendencia en la sangre. Uno puede presenciar infinitas combinaciones de eventos, separaciones, uniones, matrimonios, adopciones, pero es indudable que cada uno de nosotros fue engendrado y concebido. Ese lazo no lo cortará jamás. Del mismo modo que a nadie le preguntan si es heterosexual u homosexual para que tenga derecho a la heredad de sus ascendientes, ocurrirá con los descendientes. Yo tampoco logro afeitarme con el cuchillo mantequillero. Pero si no se inventó para eso, no tiene la estructura ni la funcionalidad. El matrimonio, entiendo que pretendan usarlo para obtener un reconocimiento social, pero nunca ha tenido ese propósito, ni siquiera para nosotros, los heterosexuales.
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12 de febrero
Estimado Lisandro,
Jamás hablé del matrimonio de hecho solo me refiero a una realidad que se debe regular. Un hijo concebido por reproducción asistida si desafía la consaguineadad, la subrogación materna también, incluso la adopción no sigue esa línea de ser sangre de tu sangre. Si vamos a profundizar aún más la última reforma filial que se hizo en Chile fue en 1998 justamente para terminar con las distinciones que se hacía entre hijos legítimos, ilegítimos porque en nada tiene que ver el derecho filial del hijo con el matrimonio, se separó por la discriminación arbitraria al que se sometían muchos hijos nacidos fuera del matrimonio.
Por lo mismo no apunto al terminar con el matrimonio discriminador versus el igualitario, sino que a una reforma filial, del derecho de familia y reproducción asistida.
Saludos.
13 de febrero
Me interesa el tema, pero veo ciertas nebulosas. Cito parte del artículo «..que desean legalizar y proteger su patrimonio en común y dejar amparados a sus parejas ante las familias de origen que aún no aprenden a desprenderse de sus hijos, hijas o hijes y respetar lo que construyeron durante la convivencia que mantuvieron con otra persona sin importar la orientación sexual de él, ella o elle. Excluye lo más importante los derechos de hijos de familias homoparentales.» Estos conceptos suyos, «hijes» y «elle», me son entre curiosos y divertidos. Me evocan los seres fantásticos del Señor de Los Anillos. Pero más allá de la anécdota, le hago ver lo otro, lo de que las familias de origen deberían aprender a desprenderse de su descendencia. ¿Por qué deberían hacer algo así? Los padres divorciados que no quedaron con la custodia, conservan los deberes de visitar a sus hijos, participar de la educación y aportar en ello con su peculio. No tiene que aprender a desprenderse de sus hijos, y creo que pretender enseñarles algo así parte fracasado. Tampoco entiendo la relación de ese tema con el objetivo de «dejar amparados a sus parejas ante las familias de origen» No veo la relación.
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13 de febrero
Estimado,
Jamás he visto la película a que se refiere y por lo menos no me causa mucha risa, pero poniendome en su lugar puedo ver que le divierte esto por desconocimiento. El termino elle, hije, no es mío, tiene que ver con la identidad de género y la validación que ha ido tomando dentro de la población transgénero. Lo cito de esa forma por el respeto y equidad.
El desprendimiento es entender que ningún hijo le pertenece a los padres, son personas independientes que merecen el mismo ser respetados sin importar su orientación sexual. Hay casos de familias de origen que ejercen violencia contra sus hijos por su orientación sexual. Esta ley lo que protege es a las parejas contra esa violencia. En el caso del fallecimiento de una de las personas, el/la conviviente civil que sobrevive estará protegido y aunque la familia de origen quisiera despojarlo de su patrimonio en común, con el AUC, no podrá hacerlo. A eso me refiero. El fracaso es ser padre o cualquier otro integrante de la familia de origen y no respetar los limites se ese vínculo. Ahora lo invito a leer sobre estos temas y ojalá logre empatizar en vez de reírse de la desigualdad. Saludos.