El recién pasado 29 de septiembre, el Comité Consultivo de Energía 2050, conformado por 27 actores claves del sector energía, a nivel nacional y regional, incluyendo representantes de ministerios e instituciones públicas, gremios, sociedad civil y destacados académicos de universidades del país, entregó al Ministro de Energía – Máximo Pacheco – la Hoja de Ruta: Hacia una Energía Sustentable e Inclusiva para Chile.
La Hoja de Ruta: Hacia una Energía Sustentable e Inclusiva apunta a un futuro energético bajo en emisiones, a costos competitivos, inclusivo y resiliente. No jerarquiza un pilar de la sustentabilidad por sobre otro, sino intenta encontrar soluciones armónicas a los desafíos económicos, ambientales y sociales del sector.Hacia el 2050, lograremos contar con una energía sustentable e inclusiva, pero ello requiere tomar acciones desde ahora. Tenemos brechas importantes que resolver como país, pero cuando probamos con nuevas formas de hacer las cosas, como lo demostró la iniciativa del Comité Consultivo de Energía 2050, vemos que es posible.
Se trata sin lugar a dudas de un desafío para el país buscar los mejores mecanismos de implementación de esta Hoja de Ruta y ello se verificará en el diseño de la Política Energética que el Ministerio deberá entregar a la Presidenta de la República antes de finalizar este año.
En materia energética, Chile ha sostenido un debate durante los últimos años que en ocasiones ha estado alejado de la mirada más ciudadana y se ha concentrado de manera importante en la dimensión técnica del asunto: precios, competitividad, sistemas de generación, transmisión y distribución, entre otros. Tal vez, el principal aporte de esta iniciativa es justamente aprender a sostener un diálogo donde las dimensiones políticas, técnicas y sociales son relevantes en igual medida, más aun cuando estamos hablando de la construcción participativa de una política de Estado y con eso quiero decir, de largo plazo y no sujeta a los tiempos políticos de una administración de gobierno.
La Hoja de Ruta propone 5 ejes estratégicos: Energía Sustentable; Relación con las Comunidades y Pobreza Energética; Gestión del Territorio; Uso Eficiente de la Energía y Cultura Energética e Innovación y Desarrollo Productivo. Quiero poner especial énfasis en el eje Relación con las Comunidades y Pobreza Energética, ya que parte importante de los desafíos para la política radican en la incorporación de estos nuevos enfoques.
Sobre Pobreza Energética es importante destacar que es un concepto que por primera vez se aborda en Chile en forma integral, con una visión de acceso universal y equitativo a servicios energéticos para satisfacer las necesidades de la población. Se reconoce que superar la pobreza energética no es solo asegurar una mejor cobertura, sino también, velar por un costo razonable para las familias vulnerables para satisfacer sus necesidades energéticas básicas, asegurar continuidad en el suministro y garantizar estándares mínimos de confort térmico y lumínico en los hogares.
Este enfoque permitirá que la política energética no sólo procure garantizar cobertura, a través de sistemas de electrificación urbano y rural, sino que incorporé una visión multidimensional donde el foco de la intervención pública permita garantizar acceso a las familias a energías limpias y renovables, reconocer la capacidad de las comunidades para producir su propia energía haciendo uso de recursos propios.
En la dimensión de relación con las comunidades, se releva la dimensión territorial y los aspectos culturales. El desarrollo local de una comunidad, puede y debe ser reforzado por proyectos de inversión energética, pero para que ello se constituya en un proceso que promueva el desarrollo y la inclusión, requiere de cumplir con algunas condiciones mínimas: información oportuna, transparente y pertinente; reconocimiento de los mecanismos locales que la propia comunidad ha establecido en su territorio; procesos formales de participación que sean tempranos, informados, simétricos e incidentes y cuyos resultados sean de cumplimiento obligatorio para los actores involucrados. En ese sentido, en base a este eje estratégico de la Hoja de Ruta, entendemos que los proyectos de inversión y la infraestructura energética se ponen al servicio del desarrollo local de las comunidades y no a la inversa. Esto último deberá ser resguardado en la política y la propuesta de Hoja de Ruta entrega lineamientos para que ello ocurra.
Hacia el 2050, lograremos contar con una energía sustentable e inclusiva, pero ello requiere tomar acciones desde ahora. Tenemos brechas importantes que resolver como país, pero cuando probamos con nuevas formas de hacer las cosas, como lo demostró la iniciativa del Comité Consultivo de Energía 2050, vemos que es posible. Confiar en las capacidades del otro, reconocer su legitimidad y abordar lo público con un diálogo transversal que pone el centro en el bien común y no en los intereses particulares, abre oportunidades para la construcción de un país más justo, equitativo e inclusivo. El Ministerio de Energía tiene ahora el mandato de elaborar la política energética al 2050, ya recibió los insumos del Comité Consultivo que destinó varios meses de arduo trabajo a ello. El proceso continua y desde la sociedad civil estaremos atentos a que se cumplan los compromisos establecidos en la Hoja de Ruta.
Comentarios
07 de octubre
Es vital que la energía sustentable sea de acceso para todos, y no sólo para aquellos que puedan pagarla. De esta forma se asegura la participación y compromiso de todos para fomentar y preferir esta forma de generar y consumir energía.
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