Ha pasado mucha agua bajo el puente desde que se inició el proceso de reforma educacional, de un modo u otro por lo menos ya se depuró lo relacionado con la formación de los niños a partir de la sala cuna hasta llegar al egreso en la secundaria.
La actual fase relacionada con la educación técnica profesional y la universitaria se ha concretado bajo la filosofía que es un bien social y como tal, debe ser apoyada por el Estado, rechazando de plano el actual sistema comercial, ejercido hasta ahora, con la práctica a destajo del mercantilismo. Los detalles son ya ampliamente conocidos.Hay distintos modos para hacer efectivo lo aquí expuesto y son de conocimiento de los académicos serios que ven en esta reforma la oportunidad de volver a ver la formación superior como parte de su vocación ética volcada en bien de sus educandos.
Hasta ahora no se ha definido bien el concepto de gratuidad y por lo que se observa no se ha profundizado el contenido de esta concepción.
Lo primordial y es de absoluta justicia dejar establecido que la gratuidad no debe ser un beneficio eterno, es decir, para lograr su propósito es necesario aprobar correctamente sus ramos de su carrera en los plazos determinados, por las superioridades académicas, deben saber que es un camino difícil y la meta es para quienes son capaces de llegar al final.
Los establecimientos universitarios serios deben considerar lo aquí señalado. El conocido principio de selección, es necesario por cuanto quienes deberán aplicar lo estudiado deben ser los mejores: De no ser así seguiremos la senda actual donde todos están al corriente, como muchos los estudiantes, se eternizan en el medio universitario, sin llegar a ninguna parte por supuesto apoyados por eso de la subvención, parte importante del negocio educacional privado.
También debe ser estimado, el volver a desarrollar las carreras por año. El cambio a cursar las profesiones ofrecidas por semestre fue una avivada de algunos dirigentes y académico de aquella época que les permitió ingresos adicionales, no así en la calidad de lo ofrecido.
Un detalle adicional, es considerar a quien no han sido capaces de llegar a su meta, tener la oportunidad de ser considerado en los institutos profesionales afines con sus cualidades o inquietudes, pero siempre bajo el principio de la selección.
Hay distintos modos para hacer efectivo lo aquí expuesto y son de conocimiento de los académicos serios que ven en esta reforma la oportunidad de volver a ver la formación superior como parte de su vocación ética volcada en bien de sus educandos.
Comentarios
14 de enero
¿Dijo que se depuró? Señor, al eliminar los colegios subvencionados se vuelve, y esta vez en forma perpetua a una élite de colegios particulares pagados para unos pocos y una gran masa proletaria obligadas a colegios fiscales, a eso usted llama depurar. Eso no fue depurar señor, quizá termina con su comezón de que millones de familias eligieron matricular a sus hijos en un colegio de calidad intermedia gracias al sistema de pago mixto y ahora no tienen esa elección, quedan obligados a la desastrosa educación pública. Tampoco depurar será cuando termine con la educación superior privada y vuelva a haber una muy pequeña élite que estudia gratuitamente en las universidades que pueda pagar el estado mientras la gran masa proletaria de jóvenes vuelvan a quedar deambulando sin tener acceso a ella y así volvemos y perpetuamos la injusticia y la miseria que había antes.
Sabemos que será asi, ya sabemos que no se trata de hacer mas justicia ni inclusión social ni mejorar el bienestar de la población sino que de imponer una ideología que usted, yo y todos sabemos anticipadamente que será como ha sido siempre: un absoluto fracaso que como siempre sufrirán los que mas necesitan en la próximas generaciones.
Saludos
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