Aún recuerdo la lección que una joven del liceo San Felipe Benicio diera en una de las tantas extensas jornadas de movilizaciones durante la rebelión estudiantil de 2011.
Era Coyhaique saliente de invierno y la presión de los padres, apoderados o no, se hacía sentir fuerte para que esos niños revoltosos depusieran la toma, apelando a un sentido inmanente del ser humano: el individualismo. Argumentaban frente a los muchachos que ellos en especial no tenían motivo alguno para tanta protesta, que su liceo particular subvencionado era uno de los mejores de la ciudad. “El resto da lo mismo” era el relato subyacente, en coherencia con el privatizado modelo de sociedad de mercado que desde los 70 se ha ido extendiendo en el país.Educarse en cierto nivel de heterogeneidad es deseable por la ética de la inclusión pero también porque es terreno fértil para inocular valores como la aceptación del otro, el respeto de la mirada ajena, además de enriquecer la visión propia con una percepción más integral de la vida.
Fue en ese escenario que una pequeña dirigenta entregó un mensaje de esos que se propagan como los virus en un sistema. Dijo en un discurso, conferencia, entrevista radial, hoy ya no recuerdo, que ellos sabían que tenían una buena educación. Pero que su movilización no era por ellos, lo era en apoyo al proceso que buscaba que todo niño, niña y joven del país, hoy y mañana, tuviera garantizada una enseñanza como la suya. E incluso mejor aún. Que esta fuera un derecho y no el premio para algunos afortunados como ellos.
Es muy probable que tal fundamento, tal declaración, no le hiciera obtener por sí misma 700 puntos en la PSU. Ni un siete en matemáticas, lenguaje o biología. Porque lo que hace esa forma de pensar es la construcción de una sociedad más solidaria, más inclusiva. En el fondo, más sociedad.
Acerco este recuerdo por la discusión que se ha dado durante los últimos días, fogoneada por la Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, sobre el destino de los llamados liceos emblemáticos producto de la Reforma Educacional. Usando la excepcional –en oposición a general- experiencia de dichos establecimientos, intentan legitimar el proceso de selección, en este caso por méritos académicos individuales. Sin embargo, está claro que para la Alianza –y otros actores- agrupar estudiantes de similares características es válido a todo evento: méritos, poder adquisitivo, clase social. Donde lo importante es el beneficio del individuo y no del colectivo.
Este sistema –calificado por algunos como meritocrático- no se hace cargo de lo injusto que es para un gran porcentaje de niños y jóvenes no poder acceder, por motivos ajenos a su responsabilidad, a educación de alta calidad. Ni tampoco de que en términos generales, en el largo plazo, al reunir esencialmente a los pares, se elimina del proceso educativo el valor positivo de formarse en la diversidad. Porque educarse en cierto nivel de heterogeneidad es deseable por la ética de la inclusión pero también porque es terreno fértil para inocular valores como la aceptación del otro, el respeto de la mirada ajena, además de enriquecer la visión propia con una percepción más integral de la vida. Dicho en fácil: Incluso quienes tienen dificultades para aprender bajo el sistema actual mucho pueden enseñar a los rápidos para estudiar.
Ya lo dije hace cinco años, en un artículo en este mismo medio en noviembre de 2010:
“La discusión sobre la educación pública es amplia y eso lo sabemos todos. Lo que sí no debemos perder de vista es que ésta no puede darse sin considerar el tipo de sociedad que queremos construir. Una competitiva por excelencia o una que incentive la colaboración y la equidad, dado que todos navegamos en este barco que llamamos Chile. Y la idea es que todos lleguemos a buen puerto, no sólo algunos”.
De eso trata, también, la discusión sobre los emblemáticos. No solo de notas, méritos y exitismo. Que demuestren que pueden ser un pequeño Chile, donde gracias a técnicas educativas de avanzada puedan obtener notables resultados –académicos, ciudadanos, sociales– teniendo como materia prima una representación del alma y sangre de la que está realmente hecho el país. Y ser, no como individuos sino como establecimientos, verdaderos focos de luz de la nación.
Porque de la selección a la segregación hay solo un paso. Y ese paso es un lujo que no debemos –éticamente hablando- permitirnos seguir dando como sociedad.
Comentarios
28 de enero
A pesar de las protestas de la Confepa, del retiro de algunos parlamentarios de la derecha de la sala y de los cambios introducidos por el Senado, es claro que ayer no hubo transformaciones reales en el sistema educativo. De hecho, esta «reforma» nuevamente fue transada, reformulada y adaptada a las necesidades de la patronal. Lo mismo que pasó con el régimen tributario que mantuvo el FUT, con el poco probable fin del binominal y con la «modernización» de un código laboral venido de la época de la dictadura.
La realidad es otra: como la mayoría vivimos de un salario, el cual de antemano es definido por los intereses de la patronal, ocurre que en Chile más de la mitad de los trabajadores ganamos menos de $300.000. Eso es grave porque desnuda la verdad sobre un país donde es prácticamente imposible vivir dignamente con un sueldo, donde con el mismo se hace muy dificil educarse, jubilarse o sanarse. Incluso corremos el serio riesgo de morir en alguna protesta bajo la represión de las fuerzas especiales. En ese sentido, no hay indemnización que devuelva a Matías Catrileo a su familia porque no todo es dinero, porque el asesino sigue libre. Tampoco tenemos justicia. ¡Esa es la «democracia» neoliberal!
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28 de enero
¿Quieres entrar al IN? Preparate. Estudia mucho, se un buen alumno, y tienes muchas posibilidades de quedar.
¿Cual es el problema? Que tu no lo eres. Eres un flojo, grosero, agresivo, tus padres te malcriaron, y crees que mereces estar en el mejor colegio por la cara.
Ese es el problema con los emblematicos. Que si quieres entrar, tienes que esforzarte. Y si quieres seguir dentro, tienes que esforzarte. Y tu no lo quieres hacer.
Pero mas que eso, toda esta estupidez contra los emblematicos es para esconder ciertas realidades:
1.- NO ES UNA OPCION EN QUE COLEGIO ESTUDIES. No lo es. Tu, si tienes entre 5 y 17 años, DEBES ESTAR EN UN COLEGIO. Punto. No el que te guste a ti, ni siquiera en el que le guste a tus papas. Tienes que estar en el colegio. De hecho, debes estar en el colegio mas cercano a tu casa. Porque no tienes que desplazarte media ciudad para ir al colegio, eso es absurdo. Pero es lo que ahora pasa. El hecho es que tu debes ingresar, te guste o no, al colegio de tu comuna, al mas cercano a tu hogar, y ni siquiera deberias postular, es que a los cinco años pum! adentro y no sales hasta los 17.
Pero ojo, que el asunto no termina ahi:
2.- En el colegio que estes, DEBES RECIBIR LA MISMA EDUCACION. No importa si estas en Punta Arenas o en Puerto Montt o en Rancagua. Deberia ser la misma. Las diferencias deberian ser que en un colegio tienes religion y en otro tienes un coro afamado. Pero en lo esencial, o sea, matematicas, historia, castellano, ciencias, educacion fisica, arte, musica, DEBERIA SER EXACTAMENTE LA MISMA AQUI Y EN CUALQUIER PARTE DE CHILE. Salvo, obviamente, en los casos especiales.
3.- LOS PADRES TIENEN LA OBLIGACION DE EDUCAR. Obligación. O-bli-ga-ción. No, tu papito o tu mamita no tienes opción. O educas a tu crio, o lo educas. No es que lo metas al colegio y se acabo tu responsabilidad, es que nunca se acaba. Es tu problema, papito o mamita, si tu crio comienza a tener problemas en el colegio. Es tu deber ayudarlo si tiene problema en matematicas, es tu obligacion ayudarlo cuando tiene problemas de aprendizaje, es tu obligacion vigilar que respete a sus compañeros y que jamas les haga bullying. No esta pasando eso.
Y aqui esta la guinda del problema.
4.- ES TU DEBER ESTUDIAR Y APRENDER. «No soy de un emblematico, por eso me va mal». Eh!! No. Nadie que esta en un emblematico es privilegiado. O afortunado. Estudian, y mucho, y soportan una carga mayor que cualquier alumno de cualquier otro colegio. Pero porque saben que es su deber, es su responsabilidad, es su decision porque estan pensando en su futuro. Cosa que no vemos en el resto de los alumnos.
Seamos directos: Mediocres alumnos=mediocres colegios. No es a la inversa. Tu no eres mediocre porque vas a un colegio mediocre. Tu eres mediocre, solito, y por tu culpa tu colegio es mediocre. Por eso en colegios caros hay bastante regalo de notas, cosa que se nota cuando egresan esos niñitos y entran a la universidad: no tienen idea de nada. Cada vez mas niñitos ingresan a primer año de universidad sin saber siquiera escribir su nombre. ¿Culpa del colegio? No, es tu culpa por ni siquiera haber aprendido a escribir tu nombre.
¿Integracion, la integracion es la solucion? Lo que paso a finales del año pasado en el colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez de Puente Alto es una prueba (de muchas miles) de eso. Alumnos de 4º medio, de un colegio que precian de ser integradores, valoricos, con buenos resultados academicos, el Dia del Profesor les hicieron un repugnante «homenaje» a los suyos con gritos, harina en el cuerpo, insultos verbales y agresión física. http://www.beleneduca.cl/detalle-noticia.php?id=NTY2 Esos profesores se esforzaron por esos alumnos ¿y asi se lo pagan? esos profesores lucharon por la integracion. Y ese fue el «homenaje» que les hicieron sus «agradecidos» alumnos.
Ni siquiera es un incidente aislado. Profesores son agredidos, insultados, incluso heridos por estudiantes y por sus padres. En todos los colegios, en todos los barrios. Cada vez mas.
«Uy, que el emblematico segrega, pobrecito de mi porque quiero ser del embleatico pero no me dejan, no es justo porque yo quiero ser del emblematico» ¿Que parte de «derecho a educacion» no entiendes? Que no es «derecho a ser del emblematico», que es que el colegio que esta al lado de tu casa sea igual de exigente. Pero eso no va a pasar si tu no fuerzas a que asi sea. Y no pasara si tu no te bajas de la nube y aprendes a respetar a los profesores, a estudiar, a aprender y no te esfuerzas.
«Que demuestren que pueden ser un pequeño Chile, donde gracias a técnicas educativas de avanzada puedan obtener notables resultados –académicos, ciudadanos, sociales-»
No, Patricio. No y no. Es hora que los alumnos demuestren que merecen tener un profesor enfrente de ese calibre. Es hora que prueben que realmente son dignos para que el resto de la sociedad luche porque sean realmente bien formados en los colegios. Muchos queremos que realmente la educacion en Chile sea de calidad, pero en mi caso no creo que valga la pena si esos profesores tendran que enfrentarse con semejantes alumnos.
La «educacion de calidad» no es tarea de los profesores. Es de los alumnos tambien. No sirve de nada las «técnicas educativas de avanzada», no hay magia en aprender. ¿Quieres obtener «notables resultados» Es cuestion de esfuerzo, del esfuerzo del alumno. Si no hacemos entender eso, lo que tendremos sera peor que lo que hay ahora.
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