Durante todo el año 2014 se discutió sobre algunos elementos fundamentales que debería llevar la gran reforma a la educación chilena, uno de los pilares del programa de gobierno de Michelle Bachelet. Fue precisamente por esto, que diversos sectores políticos se hicieron parte del debate, haciéndonos creer que generaría grandes cambios. En este escenario, todos los sectores comenzaron a levantar posiciones. En el sector oficialista se mostraron discrepancias políticas en la que los “gallitos” entre el PC y la DC no se hicieron esperar. En la alianza surge la famosa CONFEPA con un claro apoyo a los sectores económicos de la derecha aliancista. Ésta se convertiría en la voz de los arribistas que defendía “la libertad de enseñanza” y difundía fuertemente el miedo sobre una posible expropiación y estatización de la educación, y los sectores más conservadores de la Iglesia Católica cerraron filas con la derecha chilena.
De igual manera, el mundo social por la educación, de forma desarticulada y en el que el PC ha tratado de apropiarse de posturas y desmovilizar a las masas que en los últimos años hemos venido manifestando nuestra rotunda disconformidad con este sistema educacional, han emanado posturas criticas que evidentemente el gobierno no ha considerado a la hora de desarrollar su “ambicioso” proyecto.Es indispensable desmantelar el acuerdo de la modificación al lucro, selección y copago, sobre todo para los ilusos que creían que este proyecto iba a acabar con algunos males de nuestro sistema, o para aquellos que planteaban que era necesario comenzar por algo.
Entrando en tierra derecha, resulta pertinente aclarar que este no es un proyecto de ley, puesto que modifica elementos presentes en cuatro leyes (subvenciones, LEG, SEP y aseguramiento de la Calidad). Asimismo, también es absolutamente necesario destacar que no habrá reforma al sistema educacional en ninguno de sus niveles mientras no se consideren cambios a las estructuras estamentales. Primero, la Constitución se instala como el principal obstáculo, pues es ésta precisamente la que impide una modificación a nuestro sistema y no hace acabar con el paradigma de la educación como bien de consumo, sobreponiendo la libertad de enseñanza por sobre el derecho a la educación. Segundo, no se toca el sistema de financiamiento a la educación escolar, manteniendo el voucher o subvención por asistencia, sin generar un real impulso a la educación pública y a las necesidades propias de cada comunidad escolar. Tercero, no hay modificación al sistema de administración de la educación, pues sigue vigente el sistema mixto (municipal, particular subvencionado y particular pagado), el cual mantiene dos ejes de la estructura económica actual, la desigualdad cultural y el negocio de la educación escolar en manos de privados.
Se ha hablado de gratuidad en la educación escolar: claro, la tendremos en algunos años, pero nada conseguimos si esos recursos van a ir directo a los bolsillos de los sostenedores que con artilugios legales podrán seguir generando grandes ganancias, como lo hacen ciertos grupos (Belén Educa, EducaUC, Grupos Matte, entre otros), algunos vinculados a sectores de la Alianza y otros a algunos partidos de la Nueva Mayoría. Mientras tanto, los recursos para una enseñanza pertinente y digna para los estudiantes y sus familias siguen esperando y las mejoras en las condiciones salariales y laborales de los trabajadores de la educación también esperarán eternamente.
En perspectiva de lo anterior, es indispensable desmantelar el acuerdo de la modificación al lucro, selección y copago, sobre todo para los ilusos que creían que este proyecto iba a acabar con algunos males de nuestro sistema, o para aquellos que planteaban que era necesario comenzar por algo, ya que no estaban las condiciones para hacer cambios más profundos, siendo que ya llevamos quince años levantando demandas en esta área y sólo hemos tenido que conformarnos con migajas.
Comentarios
05 de marzo
Me parece un texto interesante, solo que agregaría extractos del proyecto para darle mayor confibilidad a la información. De todas formas informa, se agradece y comparto. Saludos.
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07 de marzo
Jorge
Agradezco poner en el debate este tan relevante para nuestra sociedad y nuestros ciudadanos. En simples palabras lo que se requiere es un cambio al modelo, el esperado cambio de sistema, lamentablemente el problema de fondo, es que el actual modelo neoliberal, genera todas estos problemas y nos entrega educación como un bien de consumo y no como un derecho. Creo que lo que nos queda es movilizarnos nuevamente y eliminar ete malicioso modelo capitalista que solo pone su objetivo en generar beneficios para unos pocos y no el beneficio para la sociedad, es por esto, que URGE un cambio al actual modelo económico, social y político de nuestro país y a nivel latinoamericano. Necesitamos elevar nuestra conciencia, para que de una vez por todas,reaccionemos y veamos como somos engañados diariamente en todos los ámbitos de acción de nuestro país. Arriba los revolucionarios de Chile y el mundo, actuemos ya para cambiar a Chile y el mundo !!!!
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