La red de estafadores profesionales de la Universidad del Mar

Las denuncias realizadas por los estudiantes de la Universidad del Mar tienen una génesis que explican un accionar coordinado y coherente. Estamos ad portas de descubrir un probable modus operandi que actuaba desde la dirección de la escuela de salud de dicha casa de estudios. La cabeza que organizaba esta estructura es Tania González, a quien denunciamos por haber falsificado títulos de medico cirujano, enfermera, y licenciada en biología, tres títulos Universitarios supuestamente provenientes de la prestigiosa casa de Bello. Esto último desmentido por la decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, a quien enviamos carta y correo electrónico, respondiendo oportunamente.

Estamos investigando un segundo caso de falso médico que trabajaba en misma universidad, quien también se presentaba ante los alumnos como médico , especialista y subespecialista egresado también de la Universidad de Chile, y quien aparece con contratos en el área pública y privada, pero  con otra profesión de la salud en el registro de prestadores individuales de la Superintendencia de Salud.

Esta semana ha habido dos desvinculaciones de académicos jefes de carrera del área de la salud. No me extrañaría que existan más médicos falsos. Soy médico cirujano, llevo 9 años de profesión, y realizo un post grado en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Pude tener acceso a las materias de los estudiantes, pues mi esposa es una de ellas. Pude constatar materias sin metodología académica, encontrando mucho copy-paste desde páginas de Internet en power points, entregados como materia oficial.

La situación de la señora Tania Gonzalez es gravísima, ya que ella habría obtenido el título de enfermera de la Universidad del Mar mientras era ya Directora de esa Facultad de Salud. No presenta asistencia a clases, solo notas finales, según nos señaló el director académico. Esto implica que este título también es falso, lo cual pondría en una situación difícil a aquellos alumnos que se titularon bajo su administración, pues su firma iba en el cartón acreditando el título universitario.

En estricto rigor, serian títulos no validos. Algunos de ellos ya están registrados en la Superintendencia de Salud como profesionales, o trabajando años en el sistema público o privado. Tania González además aparece contratada en el Servicio de Salud Metropolitano Central los años 2009 y 2011 como médico integral, por lo que habría burlado el sistema público también. Como  directora del área de salud, poseía atribuciones suficientes para hacer todas las vistas gordas requeridas para recibir como académico a quien ella estimara. Ella convalidaba a diestra y siniestra ramos, igualando ramos de técnico en enfermería a los de la malla de enfermería, de donde además era directora. Permitía que los alumnos cursaran segundo año en la mañana, y tercer año en la noche, o sea,  el clásico, 2×1. Permitía que los alumnos cursaran ramos sin haber aprobado previamente sus prerequisitos. Hay denuncias de haber permitido titulaciones de enfermería de alumnos que cursaban tercer año.

Estas situaciones ya no resisten más análisis. Se burlaron las leyes, la dignidad de los alumnos que confiaron en lo que ofrecía la Universidad y el mismo sistema: estaba acreditada por la Comisión Nacional de Acreditacion por 5 años, como se muestra aun en la página de la universidad, o en los múltiples logos que existen en el metro Santiago Bueras.

Es una estafa de gran escala, y las principales víctimas son los alumnos, quienes no podrán titularse de dicha universidad, pues ya no es confiable y su titulo ya no sirve de nada.

Ya tenemos antecedentes que egresados están siendo desvinculados de sus trabajos.

El costo humano y las consecuencias en las familias es enorme. El Estado debe responder por la responsabilidad que le quepa en la no fiscalización de este ícono del lucro en la educación superior. El Ministro de Educación prometió reubicaciones, pero los alumnos  están más desamparados y sufren más que nunca.

No ha habido un llamado por parte del Ministerio, solo las buenas intenciones iniciales. Las denuncias probablemente seguirán, pues los alumnos son muy buenos investigadores, y están indignados. Cinco alumnas lograron rápidamente lo que no ha conseguido descubrir estos años el aparataje estatal. Vamos descubriendo irregularidades académicas que delatan una telaraña mal habida, no sabemos, eso sí, desde cuándo esta fue tejida, o si es una tendencia que se repite en otras sedes de la Universidad. Ellos, además, han sido discriminados por otras casas de estudios, lo cual aumenta su dolor y descontento por un sistema mal construido y mal fiscalizado. “El lucro nos quita dignidad como alumnos”, dice una alumna, con toda razón. El afán de lucro construyó una universidad no preocupada por la educación de sus alumnos, pero sí de obtener ganancias en los bolsillos de sus controladores.

* Dr. Ramón Vergara Residente En Salud Pública Universidad de Chile12746975-k

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Foto: 24horas.cl