Hoy buena parte de los colegios de Chile, tienen un horario de clases que se extienden entre las 16:00 y 17:00 y no permiten el desarrollo de actividades de otro tipo, más que las que se puedan hacer en casa, como estudiar hacer algo de tarea o recrearse. Pues, más de de cuatro horas no se tienen, hay que dormir para poder ir a clases al siguiente día.
Si se promedia el tiempo de viaje de los alumnos hacia sus casas y le sumamos los tiempos muertos dejándolo en una hora (cifra optimista), tenemos alumnos que llegarían entre 17:00 y 18:00 hrs a su casa, y si quisiese hacer un deporte en forma competitiva, el alumno perdería media o una hora más en llegar al lugar donde entrena y llegaría entre 18:00 y 19:00, suponiendo que entrenase una hora llegaría a su casa entre 20:00 a 21:00, y entonces el alumno no puede hacer tareas o estudiar. Muchos deportes tienen gran numero de competencias al año y hay torneos o copas todos los fines de semana, entonces ¿qué sucede?: El alumno tiene que elegir entre descansar (ha sido una semana pesada) o estudiar y hacer tareas, y empezar muy mal y cansado su semana, comenzando un ciclo de cansancio e ineficiencia del alumno en todas sus actividades.
El sistema de educación corta a los deportistas de raíz.
Comentarios
19 de marzo
Estoy totalmente de acuerdo, el sistema educativo tal como está no tusa en nada a los deportistas. La cantidad no significa necesariamente calidad, la cantidad de horas que los niños y profesores permanecen en los colegios no aseguran para nada la eficacia de la educación. Debería estructurarse el sistema de una manera que apunte a mejorar la autonomía de aprendizaje de los alumnos y reducir las horas de manera que estos además puedan tener la posibilidad de desarrollar otras actividades como el deporte. La gran cantidad de horas de clase finalmente se transforman en un círculo vicioso que no sirve a ninguna de las partes.
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