Mi vida ha transcurrido al lado de una profesora. Esto me ha permitido conocer detalladamente la realidad del gremio y sus legítimas aspiraciones postergadas por décadas. Conozco la escenario de sus sueldos, de sus aspiraciones respecto de la deuda histórica, de la pérdida social a la valoración de sus funciones, de la que todos somos responsables sin excepción. Y hoy siento como mías sus demandas por las mejoras al Proyecto de Ley por la Carrera Profesional Docente, más aún si consideramos que esto implica un futuro de 30 o 40 años.
Creo firmemente en el derecho a la movilización social, no temo a la participación ciudadana y menos a que el pueblo organizado se manifieste cuando la sociedad lo necesita, y el futuro de todos está siendo planificado. Respaldo los cabildos ciudadanos de información para que la nacionalidad se eduque sobre las acciones políticas que el estado trabaja, en resumen, apoyo esta movilización y creo que los profesores de Chile, merecen ser escuchados.Cuando contextualizo esta paralización en la comuna de Recoleta, me provoca fuertes contradicciones, quiero estar al lado de las demandas de nuestros maestros y necesito defender los avances de educación que la gestión de Daniel Jadue ha implementado en la comuna.
Cuando contextualizo esta paralización en la comuna de Recoleta, me provoca fuertes contradicciones. Quiero estar al lado de las demandas de nuestros maestros y necesito defender los avances de educación que la gestión de Daniel Jadue ha implementado en la comuna, que se resumen fundamentalmente en la mayor cercanía a esas mismas demandas tan buscadas durante décadas por el gremio de los profesores.
Recuerdo el reciente reportaje transmitido por TVN durante su noticiario central donde exponían a nivel nacional cómo Recoleta ha implementado y financiado, un mejor tiempo para que los profesores puedan verdaderamente vivir su vocación, con tiempos para que no tengan que trabajar en sus casas y permitirles que durante sus horas de trabajo puedan dedicarle tiempo a sus alumnos, a las familias de sus educandos y a la planificación de sus clases, parte de las aspiraciones que pertenecen a la lucha de tantas décadas del magisterio. Veo los recursos invertidos para mejorar infraestructuras de los establecimientos, recuerdo los aportes económicos a alumnos de escasos recursos, en la entrega de becas en útiles escolares, zapatos o zapatillas, la entrega reciente de casi 800 becas de estudios superiores, de los pianos entregados, por ejemplo, en el Colegio República del Paraguay, del apoyo a los alumnos de robótica del Valentín Letelier, en fin. Veo los avances, y pienso en los recursos perdidos en subvenciones que hoy no ingresan, por un paro necesario para Chile, pero con demandas tan acogidas en esta gestión municipal de Recoleta, con hechos concretos y a la vista de todos, que siento temor que podamos ponerlos un jaque porque millones de pesos no ingresarán por subvenciones, dificultando que se pueda seguir adelante en el proyecto trazado por Daniel Jadue para Recoleta.
Jamás intentaría decir que Recoleta no debería apoyar esta movilización, muy por el contrario, nosotros debemos estar y ser parte de estas demandas, pero también es nuestra obligación reconocer que lo que hemos avanzado tiene costos y que para que sigamos siendo motivo de reportajes por el ejemplo en la política educacional comunal, debemos también ser cuidadosos de nuestros ingresos para que esta revolución educacional no se detenga.
No sé cuántos de ustedes sabrán que el estado paga a los municipios diariamente una cantidad de recursos por la asistencia de nuestros alumnos a los establecimientos educacionales, y cuando la asistencia es cero, el ingreso a las arcas municipales también es cero. Si la movilización de los profesores es indefinida, el aporte cero de ingresos a los fondos municipales, implicaran grandes dificultades para financiar los desafíos que como comuna se ha impuesto nuestro alcalde en las mejoras en educación.
Como chileno quiero apoyar a los maestros y al colegio de profesores en su movilización, y como recoletano quiero cuidar lo que hemos avanzado, una ecuación difícil de equilibrar, que seguramente los profesores en paro de Recoleta también experimentan. Quizás la solución sea un límite de días en apoyo a las demandas, y volver al trabajo en Recoleta, porque aunque los avances no son todo lo que necesitamos, son mucho más, que lo que comunas con miles de millones en presupuesto, no han tenido voluntad política de implementar.
Los invito a reflexionar y opinar.
Comentarios
05 de junio
Uufff… hubo un momento, durante la lectura, en que me llené de una emoción enoorme y mis ojos se humedecieron (que fuerte). Es que es difícil encontrar un reconocimiento tan claro y frontal para Jadue, que se lo merece lejos de toda duda, por su gran labor en la comuna de Recoleta, sobre todo, poniendo orden y transparencia, donde no la hubo durante muchos años. Daniel Jadue, es muy maltratado e insultado en las redes, ya sabemos por quienes, por eso, agradezco y me emociona el reconocimiento abierto
Ahora, con respecto a tu contradicción ¿servirá saber q no eres el único? :), te entiendo profundamente… estoy con Jadue y con el paro.
Esperemos que esta situación se resuelva de la mejor forma posible.
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05 de junio
Pedro, el tema que nos planteas acá es sumamente complejo, pues lógico que toda la sociedad civil debe estar de lado de las reivindicaciones del magisterio (pues, sin profes no hay educación, y sin educación, Chile no tiene futuro). El problema al que apuntas en tu columna se refiere principalmente a otra de las demandas históricas del mundo de la educación: financiamiento.
Debes saber, por supuesto, que la educación pública en Chile es financiada a través de un sistema de vouchers que consideran la asistencia a clases en las instituciones educativas y no las necesidades reales que tienen estos para poder brindar una buena educación.
Además de apoyar las demandas de los profesores, debemos apoyar las demandas de los estudiantes secundarios que van en la línea de devolver la educación pública al Estado y que este se haga cargo de ella en forma eficaz, entregando los fondos necesarios para el funcionamiento de colegios, escuelas y liceos (tal cual, los necesarios).
Un abrazo, felicitaciones por tu columna.
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07 de junio
Pedro, preocupante tus contradicciones, toda vez que, al parecer, tus visiones son de una sensibilidad social cercana a quien es representante de Recoleta. En primer lugar, es un movimiento que exige dignidad y que por años se ha luchado, sin resultados satisfactorios.En segundo lugar es un movimiento de carácter transversal en la cual, cada docente de este país debiera sentirse parte de esta lucha. En tercer lugar, en el contexto actual, avances más o estancamiento en el desarrollo de nuestra educación, ¿ por qué habría de ser una contradicción?, te pregunto ¿ y qué hay de aquellos colegios municipales conocidos como emblemáticos, cuyo porcentaje de ingreso a la universidad supera el 85%?, a caso ¿sus docentes no debieran sentirse afectados por este paro?. Todas las demandas del profesorado forman parte de un movimiento social en beneficio de todas y todos, que se han dado en la calle, nada se ha dado sin cuotas de sacrificios. La contradicción debe estar en aquellos que pretenden mejorar la educación mandando a sus hijos y familiares a un sistema privado pero legislan por un sistema público o un proyecto de carrera docente que sólo perpetúa un sistema educativo heredado, de corte neo liberal y que a todas luces ha sido un fracaso, pero que exigen resultados y calidad, al margen del clamor de un profesorado que no quiere ser escuchado.
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