La formación histórica es crucial para la cultura democrática y la educación cívica. La historia comparada contribuye a aprender lecciones para anticipar situaciones complejas , diseñar salidas inteligentes y actuar con eficacia. Es esencial para hacer un mundo mejor.
El intento de reducción de horas de historia y ciencias sociales es un error. Hacerlo es socavar la formación democrática y humanista. Siendo Ministro de Educación en 2003, formé una comisión de docentes, intelectuales y expertos para revisar y fortalecer la formación ciudadana que impartíamos a los niños, y solicité presidirla al actual Rector de la Universidad Diego Portales, Sr. Carlos Peña. Su trabajo arrojó conclusiones nítidas: primero, fortalecer la secuencia de materias inserta en Ciencias Sociales, Historia y Literatura; segundo, culminar con un curso nuevo de Educación Cívica que abarcara la Constitución, Instituciones y elecciones, en el 4° medio; tercero, aprovechar mejor el Consejo de Curso y, por último, realizar con los alumnos más trabajo social y promover la lectura de temas de coyuntura.
Las horas de Historia y Ciencias Sociales contribuyen a fomentar la lectura. Las matemáticas, débiles aun, pueden intensificarse en horas adicionales de libre disponibilidad, incorporadas a la jornada Escolar completa, JEC. Por lo demás, debemos tener presente que los aprendizajes de matemáticas, o de otras asignaturas, no son proporcionales a la cantidad de horas lectivas, sino a la calidad de los aprendizajes en las horas ya existentes. Como lo revela el estudio de Michigan State University sobre los conocimientos de su disciplina entre los profesores de matemáticas en 16 países, entregado hace pocos meses y en el que Chile es el único participante latinoamericano, la formación es deficiente y aparecemos en el último lugar.
El currículo chileno contempla más horas de clases que la mayoría de los países del mundo. Los países de la OCDE estudian menos horas (alrededor de 890 y Chile sobre 1150) y logran mejores puntajes. La combinación de tiempos a cada asignatura está relativamente bien equilibrada en los currículos actuales, y si fuera necesario extender alguna puede hacerse con la JEC, ya que sobre el 90% de la matricula está cubierta por ese sistema.
La cuestión central es elevar el aprendizaje en las horas asignadas y ello depende de la formación de los profesores. Apoyarlos con programas especiales de capacitación, tiempo de preparación de clases tendría un efecto más contundente y rápido. Esa debe ser la prioridad: formación de profesores en servicio y continuar mejorando las escuelas de pedagogía.
Por ello, muchos esperamos que prime el sentido común y esta decisión se revierta.
Comentarios
06 de diciembre
Concuerdo que un paso fundamental es fortalecer a los docentes, que aun siendo docentes, muestran las mismas deficiencias o características que sus alumnos…no saben escribir, no entienden lo que leen.
Sin embargo, un punto central de la educación que no se ha considerado, es el apoyo que le pueden dar los padres a sus hijos en sus estudios. Y aquí, quiero ser clara, no le podemos pedir peras al olmo. No le puedo pedir a una persona analfabeta, a que apoye a su hijo en la lectura. No le puedo pedir a una persona que sabe sumar y restar (a penas) a ayudar a su hijo en las divisiones.
Con lo anterior, no me estoy sumando a la idea de reducir horas de historia… Eso si que ¡NO! Este es un país que perdió del currículo educación cívica y filosofía, no puede además perder historia.
Lo que si se puede hacer, es apoyar a aquellos niños más vulnerables, con clases de reforzamiento en matemáticas y lenguaje, no restando horas, sino que agregando. Significara mayores recursos, sin duda. Muchos recursos. Pero a la larga, tendremos una población que sabe escribir, sabe multiplicar y lo + importante, sabe pensar.
0
07 de diciembre
«La cuestión central es elevar el aprendizaje en las horas asignadas y ello depende de la formación de los profesores. Apoyarlos con programas especiales de capacitación, tiempo de preparación de clases tendría un efecto más contundente y rápido. Esa debe ser la prioridad: formación de profesores en servicio y continuar mejorando las escuelas de pedagogía.»
Es interesante que la metáfora y el discurso de un ex Ministro de Educación siga situándose en la mirada despectiva y arrogante hacia el trabajo docente. Según su columna, debemos extraer que la variable independendiente de todo el sistema sería «apoyar a los profesores con programas especiales de capacitación y tiempo de preparación de clase» con el fin de obtener efectos «contundentes y rápidos» para «elevar el aprendizaje.» ¿Elevar cuál aprendizaje? ¿elevarlo dónde?, ¿en cuánto tiempo? La contundencia y la rapidez parecen ser la fórmula del éxito en política, y parece ser un fetiche con el que todos los gobiernos y sus políticos buscan perpetuarse en el poder. Es la reforma fácil, en la que todos caben y a la que todos tienen que responder.
Sin embargo, aun acá, en esta persuasiva visión de que los profesores son los que tienen que cambiar para que el sistema tenga mejores resultados, es justamente a los profesores a los que se los deja fuera de la discusión. No se les permite la voz para decir como tienen que cambiar ellos ni como tiene que cambiar el sistema.
Es cierto que hay expectativas que deben ser cubiertas por los profesores como cuerpo profesional, pero las expectativas que se hacen a la rápida, a lo efectivo, no contribuyen a fortalecer ni los procesos de reforma, ni la tarea de cumplir con las expectativas (que por cierto, a pesar de parecer la misma, son bien diferentes entre los políticos y la población). La fórmula de los políticos devela una ceguera pedagógica y cultural que mantendrá la política educativa anclada en pensar que puede resolver los problemas estructurales de la educación de forma rápida y eficaz, aun cuando ni siquiera exista un consenso respecto a cuál es el problema a enfrentar.
Ojalá nos argumente más sobre cómo es que se capacita a un docente, y como es que se «eleva» un aprendizaje.
0
08 de diciembre
Considero que la controversia entre horas de comprension lectora y horas de historia creada por Ministerio de Educacion, es superficial. Lo que se requiere es seleccionar buenos textos de historia para trabajarlos en función del objetivo de mejorar la comprensión lectora. No son objetivos contradictorios sino complementarios
0
16 de diciembre
Ivan sin duda acierta cuando dice que todo lo malo se les «achaca» a los profesores pero al mismo tiempo se les ignora a la hora de ver la realidad del problema y que sin duda son los más indicados para plantear soluciones posibles y no «parches mediáticos » que al final no llegan a nada. Desgraciadamente los gobiernos no han tenido los pantalones para crear políticas de estado libres de ideologías y orientadas al bien común con amplia participación de los actores principalmente involucrados en el proceso ( padres,apoderados,alumnos y docentes) según mi humilde opinión sin esta participación es imposible llevar a cabo cualquier reforma exitosa.
0