Nacido en el ejecutivo, discutido, modificado y aprobado por ambas cámaras y que hoy, el tribunal constitucional dirimirá si la norma está o no acorde con la constitución; La despenalización del aborto en tres causales ha sido el tema más controversial de los últimos años en nuestro país, tanto así que desata desde las más marcadas pasiones hasta los más poderosos argumentos, no obstante, por el momento, no me interesa referirme a este proyecto de ley, sino destacar un valor que ha brotado a partir de este tópico; el pluralismo.
La universidad militante y sectaria no sólo nos hace daño a nosotros, sino al país y ejemplos hay de sobra. Pero a ellos y ellas no me queda más que decirles. “Lo sabéis señores: todas las verdades se tocan”.
Uno de los valores que desde los inicios acompaña a la Universidad de Chile ha sido pluralismo, al menos eso quiso plasmar Andrés Bello. En teoría, la idea persiste hasta el día de hoy, eso ha sido destacado por sus autoridades año tras año. Y digo en teoría, porque hay diversas situaciones que hacen que podamos cuestionar tal principio, desde el punto de vista ideológico, económico y cultural.
El decano Davor Harasic, envió un correo consultando quienes serían los profesores que firmarían la misiva titulada “Un consenso mínimo, pero indispensable” enviada al diario “El Mercurio” en la que acuerdan que no necesariamente son partidarios del “aborto libre”, pero que debemos contar con esta ley, por la excepcionalidad que implican las causales. Los académicos que suscribieron la carta fueron Davor Harasic, Pablo Aguayo, Laura Albornoz, Fernando Atria, Gonzalo Berríos, Carolina Bruna, Vivian Bullemore, Ricardo Camargo, Claudia Cárdenas, Hugo Cárdenas, Álvaro Castro, Javier Contesse, Lautaro Contreras, Luis Cordero, Valentina Durán, Jorge Ferdman, Ximena Fuentes, Liliana Galdámez, María Inés Horvitz, Constanza Ihnen, Renato Jijena, Fabiola Lathrop, Raúl Letelier, Gissella López, Rocío Lorca, Juan Pablo Mañalich, Jean Matus, Gonzalo Medina, Salvador Millaleo, Claudio Moraga, Juan Ormeño, Diego Pardow, Paulina Pulido, Nicolás Rojas, Miguel Schurmann, Guillermo Silva, Mauricio Tapia, Carlos Urquieta, José Valdivia, Jaime Winter, Gabriel Zaliasnik. Junto a estos, por redes sociales, se sumó el profesor Jorge Grunberg.
Este miércoles fue enviado un inserto titulado la “Inconstitucionalidad de la ley de aborto” suscrita por los profesores Bernardino Bravo, Teodoro Ribera, Pía Tavolari, Domingo Valdés, Rafael Vergara y los profesores invitados Hugo Llanos y Raúl Tavolari al diario “El Mercurio”. Ese mismo día, en el mismo diario, en el mismo cuerpo, los humanistas cristianos piden no excluir al no nacido de la titularidad de derechos humanos que suscribió el profesor invitado Nelson Hadad y en la primera página tenemos al profesor Víctor Avilés en contra del proyecto y al profesor Lucas Sierra a favor del proyecto, quienes litigaron ante el Tribunal Constitucional el miércoles.
Dentro de las aulas de pío nono, el profesor Javier Arévalo y Carlos Salinas se han manifestado contrarios a todo tipo de aborto. El profesor Pablo Ruiz-Tagle apoya la despenalización del aborto terapéutico, pero le genera dudas la manera en que la ley aborda la causal de violación, lo que fue criticado de forma anónima y cobardemente, por una alumna en el confesionario virtual “El “Muro de Bello”.
Como podemos apreciar, existen diversas posturas del profesorado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile en torno a la ley que despenaliza el aborto en tres causales.
Y frente a todo el conflicto que pueda generar el aborto en general, (tema en el cual no hay una verdad absoluta) es importante señalar que nuestra universidad, se ve enormemente enriquecida por esta diversidad de opiniones, que en muchas ocasiones ha sido vilipendiada por los vociferantes que han corrompido las aulas durante los últimos años. La universidad militante y sectaria no sólo nos hace daño a nosotros, sino al país y ejemplos hay de sobra. Pero a ellos y ellas no me queda más que decirles. “Lo sabeis señores: todas las verdades se tocan”.
Comentarios