Instalar “Educación de calidad” conllevó una gran disputa del movimiento estudiantil. La implementación es el problema. La política de los consensos instaló la LGE, el movimiento estudiantil logró resquebrajar la cuestión del acceso y la nueva mayoría tuvo convicción política en debilitar los pilares que sostienen a la educación de mercado. ¿La calidad? La implementación de las bases curriculares, últimamente en educación parvularia, es un gran avance en el desarrollo integral del educando. No hay que negar, eso sí, que en su conjunto estas se encaminan hacia un sujeto propicio para el perenne perfeccionamiento y desarrollo del modelo actual. ¿Democratizar la escuela es sinónimo de una mejora en calidad? Difícil respuesta cuando el concepto último está vaciado de contenido.
“Avanzar sin transar”, “Consolidar para avanzar”; la balanza aún no se inclina. La obstinación por una mejora en la calidad no puede convertirnos en miope. ¿Calidad para qué? La respuesta a esta pregunta se encuentra en manos de quien ostenta el poder político. Imaginemos que las izquierdas lo tuvieran. Soñemos, a la par, aunque cueste, de que somos capaces de ponernos de acuerdo ¿qué calidad instalaremos en el sistema educativo? ¿Poseemos una precisión de esto? Me imagino que no faltarán los que postulen formar sujetos críticos contra el capitalismo. Cosa buena. Cosa mala -además que primero debe ser crítico hacia el neoliberalismo y luego hacia el liberalismo- es que tener este sistema como sostén desplaza todas esas ansias al momento de que ese ex estudiante se inserta en el mundo laboral. Un sujeto frustrado, a quien se le ha roto las expectativas, es un ánima que no posee la voluntad de resistencia y menos de superación hacia, en este caso, el neoliberalismo.
El acuerdo CORFO-SQM sobre la tutela del litio, acuerdo que imposibilita una industria y, por ende, una manufacturación del material, atenta contra el deseo en la mejora en la calidad educativa.
Quienes intencionalmente, ingenuamente, puerilmente abogan por una mera mejora en la calidad educativa solamente perfeccionan y desarrollan la mantención del sistema político neoliberal. La calidad educativa debe estar inserta en un sistema político-económico que la sustente. Se trata de consolidar éste para propiciar una mejora real en aquella. El acuerdo CORFO-SQM sobre la tutela del litio, acuerdo que imposibilita una industria y, por ende, una manufacturación del material, atenta contra el deseo en la mejora en la calidad educativa.
La educación rebasa las murallas de toda institución que la alberga. Todo claustro de ella es imposible. La educación responde al país. La educación es formación, un medio, y como tránsito formativo debe estar acorde con el modelo imperante. Hoy claramente lo está. La mantención del modelo actual la empuja hacia una mejora en la calidad de educandos que serán trabajadores calificados para responder mejor a la flexibilidad, a la terciarización, a la precarización y a un modelo basado en la extracción. El modelo educativo mejora la calidad de los futuros trabajadores neoliberales. Una empresa estatal del litio, una industria nacional basada en el litio favorece a una real mejora en la calidad educativa, entendiéndose con esto una educación que prepare al sujeto para una vida basada en el bienestar y no en la explotación, en el goce y no en la culpa, en el vivir y no en el subsistir.
Comentarios
15 de febrero
Esta columna mezcla peras con zapatos y los convierte en una cazuela.
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16 de febrero
Por?