Finalmente ha ingresado al parlamento el proyecto de ley que plantea modificaciones a nuestro sistema tributario. Se trata de una reforma regresiva, al menos en su propuesta de rebaja al impuesto a las personas, pues beneficia claramente a los hogares más ricos de nuestro país.
Es curioso. Uno de los pilares en los que se fundamenta el proyecto, según lo planteado en el mensaje del mismo es “reducir considerablemente el pago de impuestos personales de la clase media”, cuestión que ha sido ampliamente repetida por autoridades de gobierno. Es más, hemos leído como algunos parlamentarios de derecha no ocultan su desagrado frente a aquel aspecto central del proyecto que es financiar mayores gastos en educación aumentando impuestos a las empresas, pero celebran que se contemplen rebajas de impuestos para una supuesta clase media.
Me parece sorprendente y engañoso este discurso insistente a favor de la clase media, pues el proyecto dista mucho de tener su foco en rebajas de impuesto para este segmento de la población. Es más, la clase media prácticamente no paga el impuesto en discusión pues sus ingresos están exentos. Por el contrario, la reducción de impuestos tiene su foco definitivamente en la clase alta y es lamentable que no se reconozca.
¿Qué es la clase media? Un concepto demasiado manoseado a esas alturas especialmente por quienes no quieren ser señalados como pertenecientes a la clase alta. Podríamos decir que un hogar de clase media es aquel que tiene ingresos superiores al del 40% de los hogares con menores ingresos del país e inferiores a los del 10% de aquellos con mayores ingresos. Entonces, el 10% de los hogares con mayores ingresos, no serían clase media sino alta.
Si aceptamos esta simple definición, la rebaja tributaria propuesta por la reforma prácticamente no beneficia a la clase media, si no a la clase alta. ¿Sabe usted que de acuerdo a la encuesta CASEN 2009, las personas que pertenecen a hogares que están entre el 80% y 90% de mayores ingresos (del noveno decil de ingresos), es decir, de los tramos superiores de la clase media según la acabamos de definir, perciben en promedio ingresos por su trabajo en torno a los $600 mil?
La rebaja tributaria está concentrada casi totalmente en los hogares del 10% de mayores ingresos. Pero esto no es todo. Quienes realmente se benefician son las personas de ingresos muy altos de la población. Aproximadamente un tercio de toda la rebaja la capturan aquellos ingresos que superan los $6 millones mensuales, que son poco más de 20 mil personas. Para ellos el beneficio tributario mensual estará en promedio en torno a los $270 mil mensuales, una cantidad que está odiosamente muy por sobre el sueldo mínimo actual e incluso del propuesto. Por el contrario quienes tienen ingresos aproximadamente entre $500 mil y $1,2 millones mensuales, que de acuerdo a lo señalado estarían en los tramos más altos de los hogares de clase media, tendrían un beneficio mensual de tan solo $1.500. ¿No es esto casi una broma de mal gusto?
Se nos ha querido convencer que la rebaja es mayor para los tramos de menor renta. ¿Sabe usted por qué? Porque las personas con ingresos mayores a $6 millones bajarán su tributación promedio desde alrededor de $32,1 millones a $28,8 millones anuales, es decir, en un 10%; mientras que las personas con ingresos entre $500 mil a $1,2 millones pasarán de tributar $118 mil a $100 mil, es decir, un 15% menos. Es decir, porcentualmente es mayor la rebaja de $18 mil anuales que aquella de más de $3 millones anuales. Juzgue usted. ¿A quién beneficia verdaderamente la rebaja de tributos propuesta por este proyecto de ley?
¿Por qué se nos quiere hacer creer entonces que la reforma tiene su foco en la clase media? Me cuesta responder esta pregunta sin tomar el riesgo de caer en juicios injustos o atribuir intenciones que no conozco. Sin embargo, no puedo olvidar que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, en el programa Tolerancia Cero, en los albores de la discusión tributaria, refiriéndose a las tasas de impuestos a las personas, señaló textualmente “porque a mucha gente de clase media le toca el 40% demasiado rápido”. Es decir, el Presidente piensa que quienes tributan la tasa del 40%, que son quienes ganan más de $6 millones al mes, son personas de clase media que merecen ser privilegiadas en esta reforma. ¿Qué pensará el 99,7% de la población que gana menos que eso?
Hay muchas personas en Chile que de verdad son de clase media y que viven grandes problemas al momento de enfrentar las distintas necesidades de sus familias, entre ellas, la costosa educación de sus hijos. Y hay otras tantas que viven en condición de extrema vulnerabilidad, con situaciones aún de mucha mayor carencia. Ellos son el 80% o 90% de los chilenos. ¿Por qué privilegiar entonces al 10% más rico? Me parece injusto e innecesario.
Chile es ya un país muy inequitativo y eso lo reconocemos todos. No demos un paso atrás. No rebajemos en esta reforma el impuesto a las personas.
* Pablo Coloma es Gerente General de Emprende Microfinanzas y ex Director Ejecutivo de Fosis
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Foto: www.fotopresidencia.cl
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