Lentamente la nanotecnología ha ido irrumpiendo en el mercado chileno, donde un pequeño grupo de empresarios hemos entendido la importancia de apostar por este tipo de tecnologías. Sin embargo, la dificultad radica en que no existe un sentido de urgencia de Estado para la inversión ni creación de nuevas políticas que permitan avanzar a un nivel económico y tecnológico competitivo con otros países de la región, los que ya están desarrollando conocimientos y aplicaciones basadas en nanomateriales a nivel local.
De esta forma, es necesario que el Estado otorgue prioridad al fomento de nanotecnología local y, por tanto, de los recursos y garantías (capacidades humanas, infraestructura, equipamiento, entre otros) necesarias para apostar de una vez por todas por una mayor producción de I+D Made in Chile. Lo cual significaría para la Ciencia y Tecnología chilena un gran impacto hacia la trasferencia tecnológica de procesos de innovación del sector productivo en general, pero sobre todo en el área de las Pymes.Esto permitiría abrir nuevas oportunidades y crear sectores productivos, ya que la nanotecnología puede ser aplicada en un sinfín de materiales, mejorando los resultados de uso y sus aplicaciones.
Esto permitiría abrir nuevas oportunidades y crear sectores productivos, ya que la nanotecnología puede ser aplicada en un sinfín de materiales, mejorando los resultados de uso y sus aplicaciones. Y particularmente en un país con una rica diversidad de recursos naturales como Chile, sería capaz de elevar los estándares de calidad hacia convertirnos en un país tecnológicamente independiente y con una economía en base a materias primas, y de una capacidad productiva, de alto nivel y valor.
Nos urge como sociedad que se generen nuevos espacios e incentivos para la investigación en nanociencia y nanotecnología, junto a la formación de nuevos centros de investigación que promuevan el uso de esta tecnología, para que apoyen la producción y comercialización de los productos sobre todo con las Pymes, que están dispuestas, y dando la nota alta, a ser parte del tren de la innovación científica de Chile.
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