No; no es el Presidente Piñera quien se hizo primero esta pregunta, sino el entonces Presidente Sarkozy, que incluso llamó a constituir una comisión con dos Nobeles de Economía (Joseph Stiglitz y Amartya Sen) para desentrañar el malestar de los franceses. Lo que concluyeron esos expertos y que ha sido poco a poco respaldado por diversos organismos internacionales, particularmente en Europa, es que hay una diferencia enorme en cómo miden las cosas los que detentan el poder y los demás.
La distancia entre los objetivos de las autoridades y los deseos y necesidades de la población se ha ido ampliando en la medida que avanza la concentración de la riqueza en los países. Así, mientras los unos miden el estricto promedio de crecimiento del famoso PIB (producto interno bruto), los otros quieren saber si les alcanza el dinero para llegar a fines de mes (un tercio de los chilenos dicen no llegar). Mientras los unos dicen que estamos cerca o ya en el pleno empleo, un 75% de la población observa que con sus trabajos ganan menos de 300.000 pesos mensuales; mientras los unos dicen que ha aumentado el presupuesto para salud, los otros deben llegar a las 5 de la mañana a los consultorios y, aun así, suelen no conseguir atención.
Lo curioso es que el gobierno cree que el malestar se debe a falta de comunicación. Así la “solución” a los problemas ha consistido en gastar 260 millones de dólares en propaganda como afirma el periódico Cambio 21, haciendo caso omiso a las razones de fondo que tiene la población para reclamar: los ingresos no permiten cubrir las expectativas que el modelo mismo creó.
En definitiva, no es posible basarse en los promedios. Chile tiene 15.000 dólares promedio por habitante pero el 60% es captado por el 10% de la población, es decir hay un “segundo” país compuesto por el 90% de la población que tiene como promedio solo 6.000 dólares per cápita. La manera en que se ha medido el éxito de la gestión gubernamental es la base del malestar ciudadano porque el crecimiento del PIB o de la inversión puede no tener impactos sobre el bienestar de la gente.
Es reconocido por expertos en economía que se podría hacer crecer el PIB produciendo armas que no aportan al bienestar; que se puede gastar cada vez más en medicamentos pero si éstos se encarecen -por ejemplo, por colusión de las cadenas distribuidoras- el aumento del gasto social no ayudaría a mejorar la salud (bienestar) de la población. Asimismo, si la inversión se concentra en empresas mineras extranjeras aumenta el PIB pero gran parte de los beneficios son retenidos en las arcas de grandes empresas transnacionales, especialmente cuando éstas pagan impuestos (royalties) muy inferiores al de otros países.
Nadie puede dudar que es imprescindible medir las variaciones de la producción y que es necesario distribuir los recursos entre inversión y consumo, pero la medida última del éxito de un gobierno debe ser cuánto ha aumentado el bienestar de la mayoría de la población. Esto puede medirse con encuestas y consultas pero también se expresa en las calles con las protestas estudiantiles y de trabajadores.
——
Foto: Si los medios son del capital, las paredes son del pueblo
Comentarios
10 de julio
Es evidente que las mediciones que influyen en las decisiones de los Gobiernos es errada. Para comenzar a tener una Sociedad mas justa, deberíamos pensar en cuanto debe ganar un trabajador para vivir dignamente. Ese monto es el sueldo mínimo y de ahí va aumentando el sueldo de acuerdo a sus capacidades. Los impuestos deben calcularse en base a la necesidad del Estado para cumplir con su función, en las diferentes áreas. Con ese dato sabremos como cobrar impuestos y a quien.
Pero, todo estas buenas ideas mías o de otros ciudadanos, se dan en el 90% de la población que percibe el menor PIB. El poder del cambio está en el 10% que percibe el mayor ingreso del PIB. Este es nuestro verdadero problema en Chile.
0
10 de julio
«la “solución” a los problemas ha consistido en gastar 260 millones de dólares en propaganda como afirma el periódico Cambio 21» Ya sabia yo que no era delirium tremens mio declarar que lo unico que ha hecho este gobierno es gastar en publicidad.
260 millones de dolares totalmente desperdiciados, o mas bien regalados a parte de ese 10% que, ademas del poder y del dinero tiene empresas de publicidad, mientras se discute que por supuesto que los chilenos, que pagamos por todo, podemos vivir con 193.000 pesos al mes, y pobre que lo subamos porque los empresarios no nos van a contratar y habra desempleo… como si no va a haber desempleo con ese abuso laboral que es la «flexibilidad» que quieren imponer.
A veces se hace dificil vivir en un Chile asi de injusto
0
11 de julio
Muy pedagógico el comentario. La misma situación pasa hoy en día con las Pymes que suman un millón 400 mil. El gobierno habla de potenciar y modernizar a las Pymes, pero en la práctica reciben el beneficio no más del 10 por ciento y el resto a pata pelá y con leva. Las grandes empresas pagan las facturas a más de 90 días y el sello Pyme fue un completo fracaso, pese a la gran campaña difusora. Ninguna empresa grande lo ha suscrito, salvo las entidades públicas. La banca aplica intereses leoninos al sector y las patentes comerciales que pagan las pymes a los municipios son más elevadas que los montos irrisorios que cancelan supermercados o cadenas de farmacias. La concentración económica ahoga día a día a los emprendedores y sus ventas en declive. El alto crecimiento económico queda en las manos de siempre y las pymes solo migajas. Mal pelado el chancho.
0