Debemos recuperar el agua dulce, recuperar las empresas de servicios básicos: agua potable, luz, etc.
¿Y con qué? ¡Tenemos recursos para seis planes Marshall!
Si alguien cree que el abuso produce tal vergüenza que impide a que la gente hable, está equivocado.
Protestan los estudiantes, profesores, mineros, mapuches, los ocupa, los gays, habitantes de zonas contaminadas, taxistas, camioneros, los pescadores, sobrevivientes de La Polar, los pensionados de las AFP.
De seguir la farándula del modelo que perpetúa el saqueo al trabajador, emergerá súbitamente el tema de la distribución del ingreso que nos afecta como el peor detonante que es posible imaginar, mala distribución del ingreso, madre de todas las lacras, semillero de ultrajes. ¿Recuerdan aquello del sueldo ético?
Cuidado, nos advierten los medios, se pueden producir niveles y estallidos sociales que ayer eran impensados o que la política chilena dé una vuelta copernicana.
A mi parecer al pueblo se le paró la pluma, se hartó de ser abusado por décadas. ¿Cuál será el siguiente paso de rebeldía o seguiremos esperando el maná que nos enrostra el exitismo de los últimos gobiernos y que parte de ello nos gotee?, ¿se puede distinguir el punto de quiebre entre una revuelta y una revolución?
A mi modo de comprender las cosas, la peor trampa a nuestra sociedad, a saber: Constitución política de la República, antidemocrática e ilegítima, consecuentemente permite a grupos económicos saquear nuestros recursos naturales y privatizar incluso nuestros servicios básicos, entre otras cosas. Con apenas esto quedaré regocijado, optimista y muy sorprendido. No sólo es un sueño es una convicción.
Gente muy burlesca afirma que están desarrollando un modelo económico que garantizará un crecimiento sostenido. Según las estadísticas estamos llegando a los US$ 20.000 de ingreso per cápita, solo faltarían algunas variables como la distribución del ingreso. El dinero para la gran mayoría de la gente de la calle se comporta como sombra, se ve pero no se toca, pueblo enrabiado no se equivoca (ésta si es estadística). Empiezan a surgir demandas inéditas, porque de seguir así las cosas da lo mismo que el ingreso o sea US$ 30.000 o US$ 50.000 en un Chile de 16 ó 70 millones de habitantes
¿Crecimiento para qué?, para que los grupos económicos y ricachones naden en piscinas de dinero. ¿Para qué sigan engañando y embruteciéndonos como siempre?
Los diagnósticos están suficientemente claros, la clase política está sorda y ciega, no quiere ver la realidad, de allí su perplejidad, piden “estudiar la situación”, “sentarse a conversar”, se preguntan ¿y estos qué es lo que quieren?”, “por qué están tan irritables”. Para ellos este país es muy raro, no entienden nada.
Según estudios el sueldo del capital en los últimos 20 años ha subido en términos reales 3,8 veces al paso que el sueldo del trabajador creció en el mismo período 1,6 veces.
Las necesidades más urgentes: promover la participación ciudadana con nueva Constitución, Educación general gratis, porque el royalty, tributo a la explotación minera, más que una regalía en pago por los derechos de explotación, es una especie de impuesto muy por debajo de los aranceles que paga cualquier empresa en Chile, es preciso renacionalizar el cobre para todos los chilenos.
Según el Comité de Defensa y Recuperación del cobre las transnacionales se llevaron US$ 34.000 millones el 2011, esto equivale al 79% de nuestro presupuesto, los ingresos que obtienen las empresas extranjeras equivalen a 2 veces el producto interno bruto de Bolivia y a 3 de Paraguay. La información es categórica, las ganancias de un solo año (2006) es decir, US$ 20.000 millones, son superiores al total de las inversiones extranjeras en la minería chilena efectuada en 32 años, desde 1974 hasta 2005.
Debemos recuperar el agua dulce, recuperar las empresas de servicios básicos: agua potable, luz, etc.
¿Y con qué? ¡Tenemos recursos para seis planes Marshall!
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