A nivel nacional se ha discutido, debatido y peleado sobre la reforma educacional que se quiere implementar que es un cambio estructural que de alguna manera, cambiará la visión y la forma en que se genera la educación chilena sabiendo de ante mano que es un cambio a largo plazo, sólo basta leer la historia educativa de Finlandia.
En este sentido la participación ciudadana ha sido un dato clave, empoderado por ambos movimientos -pro y en contra- para afirmar o debilitar dicha reforma. En Chile jamás ha existido una participación ciudadana vinculante, creadora de nuevas ideas, es por esto que esta herramienta tan importante sólo se utiliza como un medio de marketing político para decir: «sí, los estamos escuchando, ¿ven que no somos tan malos?», y nada más. La participación ciudadana si no se implementa bien, puede tener un carácter muy sesgado, porque esa participación depende y dependerá de la información previa y constante que tenga disponible el ciudadano común y corriente, y es así que tenemos por ejemplo como una organización como la CONFEPA que se ha dedicado en criticar, amenazar e impartir miedo a todos los padres que por alguna razón u otra les creen todas sus falacias que muchas veces ya han sido desmentidas por especialistas del tema.Es por eso que finalmente llamo a todos los habitantes de la Región de O´Higgins, a que levante la voz y exija que el proyecto universitario regional comience de nuevo.
Con lo anterior tenemos como la participación ciudadana puede ser manipulada de tal forma, que las personas actúan y responden como el ente ejecutor de dicha participación lo requiere. Produciendo sesgos muy importantes con relación a aprobar o no algún proyecto de alto impacto social, o en la misma evaluación. Por lo tanto, a nivel local dentro del territorio, esta participación debe ser uno de los instrumentos más importantes para generar y mejorar las políticas públicas de las entidades regionales, tanto comunales como las del gobierno.
Desde esta perspectiva que los mecanismos usados en la región de O’Higgins para determinar la percepción de sus habitantes en cuanto a la nueva universidad no son buenas. Según unos sondeos propios, la participación ciudadana fue tardía, donde el comité encargado de la materia ya tenía zanjado hacia donde debería navegar dicho proyecto, es decir, a la gente se les iba a consultar si les gustaba dicha dirección ya fijada, dejando pocas probabilidades que se generara una propia propuesta generada bajo su percepción y necesidades.
En cuanto a las mesas redondas realizadas, tuve la suerte de participar en la última y ver de qué manera estaban abordando la participación ciudadana, me dejó una muy mala impresión. Todas las preguntas estaban sesgadas y formuladas de tal forma, que las respuestas dadas siguieran una sola línea, sin dejar la posibilidad de generar debate y construir ideas.
Tenemos una ventaja contra la gente y políticos que no quieren que Chile avance y se mantenga en ese tradicionalismo doble estándar, una ventaja que se debería utilizar, la gente hoy en día está pidiendo a gritos políticos que se mojen la camiseta por ellos y no por su partido político, hoy es el momento de hacer entender al ciudadano, al pueblo, que somos nosotros los que decidimos, nosotros tenemos el poder de elegir o sacar a los políticos que no cumplen con lo prometido, somos nosotros los partidos políticos quienes deben responder los diputados y senadores, es hora de exigir una participación ciudadana vinculante, que forme parte en las decisiones a toda escala territorial.
Es por eso que finalmente llamo a todos los habitantes de la VI región levante la voz y exija que el proyecto universitario regional comience de nuevo, con todos los análisis previos y con la opinión vinculante de sus ciudadanos en todo momento, donde la información brindada sea abierta, publica, que se retroalimente lo avanzado, bien comunicado, dejando fuera el color político, recién ahí podemos empezar a hablar de un desarrollo y descentralización regional.
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