Uno de los mayores problemas que tenemos en la actualidad, está en la insustentabilidad de las regiones. Por mucho que se debata y se tenga conciencia de lo que significa ser insustentable, pocos tienen claro que es sustentabilidad y las repercusiones que significa no considerarlo. Sustentabilidad, es tener la capacidad de mantener el modelo para mantenerse y proyectarlo sin agotar los recursos que se posee. Si tuviéramos la capacidad de reconocer las capacidades de carga de las regiones en sus formatos de producción y servicios, tendríamos la posibilidad de proyectar, definir, planificar y proyectar las regiones con sustentabilidad. Lamentablemente no contamos con un Estado que esté empoderado en estos temas y las regiones están a merced de formas y fundamentos sin visión de futuro en lo que a sustentabilidad se refiere.
Muchos creen que hacer sustentabilidad es una forma complicada y inverosímil, que sólo pueden hacer los países desarrollados. Pero la sustentabilidad no es más que aplicar el sentido común en la toma de decisiones, protegiendo la naturaleza de los territorios, la equidad social de la población para mejorar las condiciones de vida. Naturaleza por si mismo es humanidad en armonía en todas sus formas y variables, ambas son complementarias para ser plenas. Cuando cuidamos el medio ambiente respetamos el fundamento social, si cuidamos lo social y lo relacionamos con el medio ambiente obtenemos armonía y balance. Si descuidamos el medio ambiente destruimos el fundamento social y la proyección territorial.
La sustentabilidad debe estar enfocada principalmente en el formato del modelo de desarrollo de las regiones, proyectado con el valor que le damos a las variables sociales, que a partir del cuidado del medio ambiente, crean lo necesario para planificar objetivamente la relación de los medios productivos y de servicios con la naturaleza, con nosotros mismos y con la sociedad en la que estamos insertos. Donald Trump como Pdte de Estados Unidos al no reconocer el cambio climático y salirse del acuerdo de París, se transformó en un paria planetario, al poner la sustentabilidad de su nación debajo de los intereses empresariales que representa su gobierno y destinado al fracaso total, al carecer de armonía, balance y sentido común en su determinación. Aunque es importante considerar, que el acuerdo de París no es vinculante y podría decirse que fue un saludo a la bandera y nada más.
«Los cambios ecológicos, económicos, sociales y productivos deben estar relacionados con la factibilidad de carga de los territorios, para producir resultados que aseguren una gestión positiva del mundo natural en relación con el social»
El desarrollo de las regiones debe ser un modelo con atributos y características que permitan permanecer, reproducirse y satisfacer las necesidades, sin poner en peligro las generaciones futuras por satisfacer la propia. El componente ético y moral debe ser la base de sustentación con que se toman las decisiones y se piense en las generaciones futuras, decidiendo con solidaridad, prudencia y proyección de futuro.
El componente ecológico debe estar fundamentados en la necesidad de mantener la capacidad de recuperación de los ecosistemas intactos con beneficios de protección y sustentabilidad para todos y no solo para algunos; por eso la sustentabilidad requiere de políticas estratégicas que sean capaces de satisfacer las necesidades en el presente y proyectar la de las generaciones futuras, en función de la disponibilidad de los recursos, entendiendo los límites, que tiende a ser un concepto confuso. El enfoque ecologista básico reduce el concepto, como si por si solo fuera suficiente, despreocupándose de las condiciones para mantener la variable social, desatendiendo el bienestar, la producción y la posterior distribución de los bienes y servicios de una sociedad.
Aspecto que se ha transformado en el talón de aquiles de la ecología y de gran trascendencia social para hacerlo viable y al alcance de todos. Los límites ecológicos plantean un crecimiento continuo en un planeta finito, donde no se resalta la solidaridad que debe considerarse en los aspectos distributivos y el respeto que debe tenerse por las capacidades de carga para proyectar sustentabilidad.
Sustentabilidad para obtener proyección, necesita que el modelo económico se mantenga dentro de ciertos márgenes y límites, respetando las capacidades de carga. La falta de estudios y análisis comparativos de lo que se tiene, lo que se usa, lo que se produce y cómo se produce, ha provocado que en las últimas décadas la sustentabilidad de las regiones se transforme en una forma sin capacidad alguna de generar aumentos cuantitativos en la calidad de vida de la población.
Los riesgos del crecimiento desenfrenado y sin límites, propuesto por las corporaciones extranjeras y permitido por los gobiernos subdesarrollados, al no tener la tecnología, los profesionales y la financiación, terminan determinando que el desarrollo de las regiones sea insostenible y terminan destruyendo el futuro. Existe en el mundo empresarial un optimismo irreal y tremendamente acomodaticio para sus fines, sobre la disponibilidad de los recursos naturales que explotan, sin importarles las implicaciones negativas en el mundo social y ambiental que generan, apostando irresponsablemente que en un futuro no muy lejano se encontrarán soluciones tecnológicas para los problemas ambientales que están produciendo.
Los cambios ecológicos, económicos, sociales y productivos deben estar relacionados con la factibilidad de carga de los territorios, para producir resultados que aseguren una gestión positiva del mundo natural en relación con el social, con políticas ambientales que esten bajo un concepto, que permita construir un cambio de paradigma y desarrollar la renovación técnica, económica, profesional y cultural, para proyectar sustentablemente las regiones.
El desafío de toda sociedad que se respeta a sí misma, es crear innovación tecnológica y educacional para mejorar la estructura económica sin destruir su entorno. La contribución de la tecnología, no es otro que conseguir ampliar la integración con el medio ambiente a la revolución tecnológica y mejorar la calidad de vida de la población. Un país que no tiene la capacidad de invertir en investigación y en defensa ambiental territorial, no tendrá la motivación que se necesita para industrializarse adecuadamente y nunca dejará la dependencia de los commodities y desarrollara la involución del modelo de desarrollo, que en el mundo actual es imperdonable.
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