Hay un truco oculto en todo esto: dejar a elección popular los cargos de cores, pero cerrar la posibilidad de elegir intendentes, gobernadores, etc. Estos seguirán siendo elegidos “a dedo” y no conforme con esto, en el artículo 78 del proyecto de ley que modifica la elección de cores, le quitan atribuciones a quienes serán elegidos y se las entregan a quienes no serán elegidos.
Esta historia ha pasado casi desapercibida para el común de la gente. La ciudadanía desconoce en su mayoría la existencia del cargo de consejero regional (core) y su función. Hoy la elección de estos, de vital importancia para las regiones, se hace entre cuatro paredes por concejales y existe una posibilidad cierta de que sean elegidos por el voto popular.
Desde el 2009 y antes, venimos defendiendo la idea de elegir las autoridades regionales como intendentes, gobernadores y ahora cores. Este cambio siempre ha sido obstruido y ha quedado en evidencia que no hay voluntad real de desconcentrar el poder de un gobierno central “autista”.
Hoy el mensaje de la comisión de Gobierno , Descentralización y Regionalización del Senado es que revisará el 4 de marzo, con carácter de prioridad, el proyecto de ley que establece la elección directa de los cores. Por un lado se pretende dar una señal de descentralización y regionalismo, mientras que por otro en realidad el gobierno central no suelta ni una gota de poder a las regiones, porque hay un truco oculto en todo esto: dejar a elección popular los cargos de cores, pero cerrar la posibilidad de elegir intendentes, gobernadores, etc. Estos seguirán siendo elegidos “a dedo” y no conforme con esto, en el artículo 78 del proyecto de ley que modifica la elección de cores, le quitan atribuciones a quienes serán elegidos y se las entregan a quienes no serán elegidos.
Lo anterior es parte de una conveniente coordinación entre el Ministerio del Interior y la Dirección de Presupuesto (DIPRES), que a través de esta modificación de atribuciones gana más poder porque los presupuestos de cada uno de los proyectos que se desarrollarán en las regiones, no podrán ser decididos por quienes eligieron las personas mediante el voto popular, si no que se pasa esta decisión al intendente que designa el Gobierno de turno. A los cores se les presenta sólo un “paquetito” de proyectos ya “cocinados”. Finalmente los parlamentarios se dejan “llevar por la corriente”, ya que ellos también tienen un interés, y es que los consejeros regionales, no vayan a sacar más votos que un diputado y de este modo pongan en peligro la continuidad de los políticos “apernados”. Así danzan coordinadamente el Ministerio de Hacienda a través de la DIPRES, el Ministerio del Interior y los parlamentarios, situación que ha sido denunciada por los mismos cores.
En resumen, se ha puesto como fecha tope para despacho del proyecto el 20 de junio de 2013. Esto con la intención que los cores puedan ser votados el 17 de noviembre próximo, junto con los comicios presidencial y parlamentarios. De elección de intendentes y gobernadores nunca más se supo (menos de urna para asamblea constituyente). Se le quitan las atribuciones presupuestarias a los elegidos por la gente y se le entregan a los elegidos por las cúpulas y aún no se sabe si podrán incluir o sacar temas de la agenda regional, si los cores podrán proponer iniciativas políticas o si esto “le pisa los callos” a los diputados.
Por lo pronto, la intencionalidad es clara. Salidas políticas existen: que no les quiten atribuciones a los cores electos popularmente y que sean estos en conjunto con los parlamentarios también electos por voto popular quienes decidan el presupuesto y los proyectos regionales. Hay aquí una serie de decisiones éticas y que darán a conocer la voluntad política del gobierno y de los parlamentarios con nombre y apellido, quienes deberán demostrar si son capaces de poner los intereses regionales por sobre los propios.
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Foto: Iván Suárez / Licencia CC
Comentarios
28 de febrero
Muy interesante. Comparto plenamente. Saludos
+2
06 de marzo
Regiones sin chequeras propias solo son payasos de papel. Este régimen neocolonialista es una oda a la ceguera.
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