No-Mos: más que una moda

Desafiando la natural inclinación hacia la maternidad que nos instalan como un software desde la cuna, tengo que decir que nunca he querido tener hijos.

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Es difícil sustentar ante el mundo que se tenga un proyecto de vida que no incluya hijos, como si por eso a uno le faltara eje vital o sentido, como si nuestra existencia valiera menos por no dejar descendencia.

La prensa muestra actualmente a las No-Mos (No-Mothers) como un fenómeno en alza, sin embargo, no es algo nuevo. La mujer recién ahora está teniendo una real libertad y los medios para poder renunciar efectivamente al mandato histórico de prestar el cuerpo, si no desea hacerlo.

Ya muy temprano en mi vida tuve que aprender el fino arte de la argumentación rápida y sencilla, para lograr zafar de la insistencia de algunas personas, demasiado preocupadas por esta postura tan ‘radical y antinatura’ que he tenido clara desde siempre.

Debe ser hermoso, sin duda, y admiro a quienes tienen el coraje de hacerlo con tal amor y voluntad, pero no voy a ver mi cuerpo florecer en el milagro de la gestación, no voy a pasar por el trance cósmico de parir, no voy a sentir el poder celestial de amamantar carne de mi carne, no voy a cargar nietos en mis brazos ancianos. Y lo digo sin ironía.

Es difícil sustentar ante el mundo que se tenga un proyecto de vida que no incluya hijos, como si por eso a uno le faltara eje vital o sentido, como si nuestra existencia valiera menos por no dejar descendencia. Bájese de su ego si, por ejemplo, cree que le debe al universo perpetuar sus genes privilegiados. Déjeme decirle que no hará ninguna diferencia. Cúrese de ese optimismo ardiente y sepa que un hijo suyo vendrá a un mundo cada vez más injusto y hostil. Sepa que, haga lo que haga, no podrá evitar que sufra.

Muy lejos de los prejuicios con que usualmente se encasilla a una No-Mo, debo decir que me encantan los bebés y los niños. No soy asocial, no soy egoísta. Soy fértil, he conocido el buen amor. He tenido las condiciones económicas y tengo el apoyo de mi madre. Y aún así. No, gracias.

Mi vida no está vacía. De hecho, está llena de actividades, oportunidades y proyecciones a corto, mediano y largo plazo. Mi vida está llena de personas bellas y de amor.

Resulta violento que esta ‘tendencia’ se haga visible con un lenguaje negativo, desde la carencia, desde lo que ‘no tenemos’. Sería de veras inclusivo y tolerante el que se nos tratara como personas con diferentes ideas acerca de la plenitud y el éxito.

Una No-Mo no debería verse obligada a redactar un paper cada vez que es invasivamente cuestionada acerca de esto. No debería entrar en detalles. No lo haré yo tampoco en esta oportunidad.

A una mujer que desea ser madre nadie le pide que exponga sus motivaciones.

Ley pareja no es dura, dicen.