Es muy sabido que el quehacer cultural en Chile es machista. De hecho, LITMU surge precisamente desde la gestión de “Literatura de Mujeres”, para dar a conocer, potenciar y reconocer el trabajo literario de las mujeres sometidas al rol secundario en la literatura local sólo por ser mujeres. Personalmente, por las charlas académicas respecto al tema hemos tenido algunos desencuentros con incluso buenos elementos poéticos masculinos, pero machistas a ultranza, sea por la formación, la generación a la que pertenecen, o la doctrina religiosa que profesan. Lógico es pensar que a mayor edad responden a lecturas de su realidad mucho más patriarcales, aunque nos llevamos sorpresas, y bien sabemos que la calidad de su trabajo literario nada tiene que ver con el comportamiento cotidiano con nosotras, especialmente cuando se trata de contraponer ideas y argumentos en el tema de la igualdad de derechos hombres-mujeres. ¿Cuándo gatilla la agresión de los supuestos intelectuales masculinos hacia nosotras? Cuando salimos del estereotipo de lo que debe ser una mujer por muy poeta, profesional o intelectual que sea.
Y qué es una agresión por internet como la que sucede contra Victoria Herreros Schenke? ¿No es la difamación online contra una mujer sólo porque es mujer, una forma de femicidio social?
Es más, hay machos poetas que acuden a los encuentros literarios en busca de aventuras, ufanándose de supuestas conquistas reales o imaginadas; incluso algunos buscan sólo modelos internacionales, aportando a los comentarios de la socielité cultural nacional, donde queda constancia que no somos las mujeres las que llevamos el estandarte del chisme, como se suele plantear. Tampoco podemos dejar de mencionar a los que acosan a las poetas y escritoras más jóvenes pese a su edad imposible para aventuras de tipo alguno; tal vez un sueño, sus pequeños flash back sexuales en la vejez.
Hace unos días apareció un gravísimo caso de persecución, acoso y amenazas contra una poeta sureña, cuya gran falta es ser muy buena poeta, en primer lugar, y bellísima, lo que señala que los machos esperan su aprobación no sólo literaria. Victoria Herreros Schenke se encuentra presentando uno de sus libros en México, y desde ahí ha dado a conocer los improperios y amenazas de un supuesto “poeta”, cuyo nivel académico y personal queda descrito en la foto de mensajes que le hace llegar en un constante acoso virtual.
Lo preocupante es que en Chile, la misoginia tiene múltiples expresiones, y desde las amenazas a través de redes sociales a la realidad presencial hay sólo un paso. ¿Por qué no existe en el país una política sobre las amenazas y persecución en redes sociales? Cuántas veces una mujer ha realizado denuncia a los estamentos correspondientes y pese a ello han ocurrido los lamentables femicidios. ¿Y qué es una agresión por internet como la que sucede contra Victoria Herreros Schenke? ¿No es la difamación online contra una mujer sólo porque es mujer, una forma de femicidio social? ¿Quién es el individuo que osa referirse así de una mujer, qué tipo de enfermedad psicopática lo lleva a expresarse de esa manera, y a mantener un nivel de acoso por redes sociales sólo para insultarla, menoscabando incluso la memoria de la hermana fallecida en trágicas circunstancias? El uso del lenguaje de este individuo habla no sólo de lo que vulgarmente se denomina “psicopateo machista”, sino de un potencial feminicida y/o violador.
Quien les escribe, de profesión Socióloga, conoce del tema dado los años de observación de las mismas y las tesis de pre y postgrado realizadas desde el chateo y la interacción por facebook, y desde hace dieciocho años vengo señalando la necesidad de vigilar legalmente estas aristas sociales, porque es online, pero es realidad y contingencia; y es en el concepto de “virtus” donde hay que considerar el retraso que tenemos en el tema, como podemos observar con este caso. Mientras esto ocurre, las mujeres que escribimos debemos unirnos y protegernos, porque la sororidad acá es urgente. En razón de este tema puntual, personalmente propondré para LITMU un departamento jurídico para poetas violentadas por machos intelectualoides (porque el conocimiento no hace intelectuales si no hay sabiduría).
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