La evolución hacia el paradigma de derechos ha influido fuertemente en la percepción y autoconciencia de la necesidad de que los derechos humanos de los pueblos indígenas sean respetados y considerados como tal por los distintos estados a lo largo del mundo. Estos derechos no tienen que ver sólo con acceder a medidas compensatorias o reparatorias, sino con el reconocimiento y respeto al derecho a la libre determinación, algo que parece todavía muy revolucionario para Chile
Mañana nuevamente quienes tenemos alguna cercanía, sensibilidad o pertenencia a pueblos indígenas, nos convocaremos para marchar en Plaza Italia, conmemorando lo que para nosotros representa una fecha de horror y error .
Todos los años en esta fecha me pregunto lo mismo: ¿irá a llegar gente? Y todos los años me sorprendo con la convocatoria, que no es gigantesca, pero sí es interesante. Me pregunto también todos los años si la situación ha cambiado, si estamos reclamando por lo mismo, si algunas de las demandas se han respondido, si la sociedad chilena ha cambiado en algo.
Desde la primera marcha a la que recuerdo haber ido, hace muchísimos años atrás, creo que sí existen cambios, obviamente hay caras nuevas, aunque muchas se han mantenido a lo largo de los años. Creo que lentamente la demanda indígena se fue separando del aparato político partidista, que era relevante o notorio hasta hace unos veinte años atrás y se ha ido transformado en autonomía. Los pueblos indígenas y las convocatorias ya no se realizan a partir de un “departamento” o “unidad” de pueblos indígenas de los partidos, si no que son autoconvocadas por organizaciones indígenas que han surgido, crecido y evolucionado con el tiempo.
También es notorio que estas organizaciones indígenas han adquirido un cariz cada vez más urbano y territorial. Quizás hace 20 años el gran convocante era el Consejo de Todas las Tierras o la Coordinadora Nacional Indígena y otras organizaciones que respondían más bien a una orgánica de tipo nacional y nacidas muchas de ellas al alero de partidos de izquierda. Hoy en día, la emergencia de movimientos, organizaciones y articulaciones locales tiene cada vez más preponderancia y representación. Algunos podrían entenderlo como fragmentación, otros, como yo, leemos que existe una resurgimiento de identidades locales que vuelven tremendamente dinámico el proceso de reivindicación de derechos indígenas.
Otro tema que ha cambiado, tiene que ver con el tipo de reivindicaciones que se hacen. Como siempre, los movimientos sociales, en este caso, el movimiento indígena, instala demandas que las políticas públicas tratarán (a veces) de responder en los años futuros. Hace veinte años atrás el discurso imperante, aparte del territorio, que siempre ha estado presente, era el del acceso a mejor calidad de vida y problemas relativos a las brechas socio-económicas que enfrentaban los pueblos indígenas. En el transcurso de los años hemos visto que se han realizado esfuerzos por instalar políticas de superación de pobreza focalizadas para pueblos indígenas, las cuales no han estado exentos de críticas y cuestionamientos, pero indudablemente algún impacto han producido a nivel de calidad de vida en general, aunque como lo indican las estadísticas, los indígenas continúan siendo los más pobres entre los pobres. Concedamos, no obstante, que hoy quizás seamos menos pobres que hace veinte años.
¿Qué demandan actualmente los pueblos indígenas? Primero hay que advertir que no existe una demanda única de los pueblos indígenas, tal como señalé respecto a la emergencia de lo local y lo territorial en términos organizativos. Las demandas específicas son variadas. Sin embargo, podemos señalar que dichas demandas han evolucionado desde problemáticas de pobreza, a temas más profundos como son la autonomía y el derecho a la autodeterminación.
La evolución hacia el paradigma de derechos ha influido fuertemente en la percepción y autoconciencia de la necesidad de que los derechos humanos de los pueblos indígenas sean respetados y considerados como tal por los distintos estados a lo largo del mundo. Estos derechos no tienen que ver sólo con acceder a medidas compensatorias o reparatorias, sino con el reconocimiento y respeto al derecho a la libre determinación, algo que parece todavía muy revolucionario para Chile. Tengo la impresión que este tema es el que se instalará fuertemente en el debate de los próximos años. Están surgiendo varias iniciativas que invitan a pensar e imaginar procesos de autonomía en territorios indígenas. Las posturas son variadas y la incredulidad enorme, pero sin duda existe un cambio notable en el discurso indígena, que como siempre, seguramente será de lenta instalación, pero probablemente verá frutos en varios años más.
Recuerdo caras jóvenes y niños de hace veinte años atrás en la marcha del 12 de octubre. Hoy varios de ellos han seguido la vida académica o profesional, muchos ya no están en marchas, pero sí tengo la certeza que los que siguen estando en esta marcha son quienes de un modo u otro, han marcado y continuarán marcando la senda para los nuevos niños indígenas que comienzan a asistir a ellas. Espero ver a los niños que veré mañana, en veinte años más, marchando con las mismas ganas que los que marchan desde hace muchísimo años atrás y que estoy absolutamente segura me encontraré nuevamente mañana para renovar nuestras fuerzas y nuestra lucha.
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Comentarios
11 de octubre
Creo que siempre, algo está cambiando, ya no somos los mismos de antes y las demandas por cierto se han ampliado y politizado y hecho más visibles. Es de esperar que los futuros gobiernos tomen en consideración y respeten las demandas autodeterminación y autonomía de nuestro pueblo y que se encuentran amparados en instrumentos internacionales de derechos humanos.
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17 de octubre
La noticia es necesrio hacer pública, de no ser así morimos sin haber cumplido.con acciones de comunicación…
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