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Sobre tomas y democracia

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El sólo hecho de plantear el desalojo por la vía militar es considerar a los estudiantes movilizados como un enemigo a combatir. En lo personal no creo que Chile tenga enemigos que combatir, ni creo que existan, ni aquí ni en ninguna parte, enemigos internos de un Estado.

Se acercan las primarias y algunos colegios están tomados. Horror. Los valores de la democracia se han perdido y los estudiantes no respetan la institucionalidad republicana. Los medios discuten y le preguntan a cuanta figura pública encuentran asociada a la política sobre si deben desalojarse los colegios. El SERVEL desde las sombras amenaza con enviar a las fuerzas armadas, las históricas “garantes” del sistema estatal. Entonces muchos pensamos en que los estudiantes no son un enemigo y los militares están para combatir enemigos. ¿Hay un enemigo interno? Otros, muchos otros, dicen que sí, que ya es suficiente, que tienen que irse a clases, que hay que castigarlos y que los militares en los colegios van a abrir paso a la “verdadera” forma de hacer cambios; las elecciones.

Si bien yo pertenezco a un movimiento con mucha vocación de poder (Revolución Democrática), lo primero que tengo que reconocer en el escepticismo de los estudiantes, y lo que le resta peso a las elecciones como argumento para desocupar los colegios, es que el sistema electoral no cambia nada en la práctica. Hasta ahora en los debates televisados hemos visto nula diferenciación entre los candidatos de la Alianza, que a su vez no se distancian en nada del actual gobierno; mientras que en la Concertación, si bien ahora se llaman a sí mismos “nueva mayoría”, mantienen el discurso y las propuestas (con matices hacia la centro-izquierda con Gómez y hacia la derecha con Velasco) de una vieja minoría que ya estuvo 20 años en el poder, y que frente a los estudiantes se han deslegitimado tras desoír sus demandas y consolidar un modelo que aún hoy son reticentes a cambiar. La elección para esta nueva generación, y particularmente para los estudiantes movilizados, es entre dos grupos que sólo se diferencian en temas valórico-eclesiásticos. Ello le quita validez a las primarias, pues los bandos que participan de ellas no son lo suficientemente heterogéneos como para dar la idea de efectividad del voto, así como también, si miramos a los parlamentarios que muchas veces acompañan a los candidatos de primarias, recordamos también que el binominal mantiene al congreso (y al modelo) igual de estáticos que las primarias.

¿Cómo se espera entonces que los estudiantes que han nacido bajo el alero de la Concertación y su eterna y superficial batalla con la Alianza, valoren la democracia como aquellos que vivieron la dictadura, si para ellos el sistema democrático no ha mejorado en nada su calidad de vida, sino que ha perpetuado las desigualdades que existen en la sociedad? Actualmente, la única manifestación democrática a la que se hace referencia para defender el “modelo democrático chileno” es el plebiscito (que ningún secundario actual vivió) que acabó con la dictadura, a pesar de que en democracia heredamos sus mecanismos represivos y la estructura de las FF.AA. y de orden se ha mantenido en las mismas condiciones.

Esto me lleva al segundo punto: ¿Deben ser las Fuerzas Armadas los vigilantes del proceso eleccionario? ¿Si la sociedad civil, o una parte de ella ocupan un espacio destinado a las elecciones, debe enviarse a las FF.AA. en vez de buscar otro local? A veces uno no se cuestiona ciertas cosas que parecen casi naturales, pero en lo personal creo que el que hayan militares “defendiendo” la democracia me parece un resabio muy duro de un sistema marcial que no quiere irse de nuestro país. El sólo hecho de plantear el desalojo por la vía militar es considerar a los estudiantes movilizados como un enemigo a combatir. En lo personal no creo que Chile tenga enemigos que combatir, ni creo que existan, ni aquí ni en ninguna parte, enemigos internos de un Estado. Obviamente, lo que nuestros militares y carabineros siguen aprendiendo desde EE.UU. y su base en Concón es todo lo contrario.

Incluso dejando a las FF.AA. de lado, a los militares vestidos de camuflaje verde que tanto se nos vienen a la mente en este momento, las FF.EE. de Carabineros son un ente militar de choque entre el Estado y la sociedad civil, son un ejército interno que ha sido usado para maltratar y torturar no sólo a estudiantes, sino también trabajadores, pobladores, pueblos originarios y cualquier civil que intente protestar. Justo por estos días Observadores de DD.HH. hace una muestra sobre lo que se ha constatado en torturas desde Fuerzas Especiales de Carabineros hacia estudiantes.

Realmente como país tenemos poco y nada que rescatar de nuestra democracia más que su simbolismo. El mismo simbolismo de la democracia que los estudiantes son incapaces de comprender porque se los priva de educación cívica cuando están en la escuela. Un país en donde las instituciones son inamovibles, en donde las elecciones no cambian nada, en donde el Congreso está atado de manos y en donde las instituciones represoras y la lógica de la fuerza armada contra el pueblo sigue imperando en el qué hacer estatal, es imposible pedirle a los estudiantes que desocupen su lugar de estudio, que sienten les pertenece mucho más que un sistema que no les da cabida ni solución a sus problemas.

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Comentarios

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Camilo

26 de junio

De acuerdo. Sinceramente creo que vamos hacia un estallido social bien grande en caso que el próximo gobierno no se la pueda realmente con la gran fuerza social que está surgiendo, y eso no tiene por que ser malo, sino una muestra del descontento y una alarma para hacer cambios reales y verdaderos. Ya llegará el dia en que las FF.AA nos apunten con sus rifles y nosotros nos abramos paso entre ellos sin importar ni ellos ni sus egoístas amenazas.

Roberto Gutierrez

27 de junio

Hasta que como sociedad dejemos de lado a la violencia dada por manifestantes, encapuchados, politicos, policias y militares, se ve dificil un cambio real, ya que nadie esta dispuesto a dar su brazo a torcer, todos quieren tener la razon pero nadie aporta nada, todos reclaman y se quejan pero nadie da solución, cuando comprendan que la libertad y «DEMOCRACIA» tambien es de la persona que esta al lado, es bien dificil un cambio, hasta que paren de culpar al gobierno actual o anterior y al sector de al frente, va a ser dificil que generemos cambios, da una gran pena observar como «MANIFESTANTES EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA» golpean a gente, le hacen trizas los negocios a la gente y de igual modo la policia, pero no aprendemos, sigamos asi, apliquemos la ley del Talion, al final todos quedaremos ciegos…..da pena que defiendan teorias y modelos de gente que los ideo hace cientos de años atras y no sean capaces de crear algo nuevo…..El fin del mundo no llegara con un meteorito, el fin del mundo lo creamos dia a dia con nuestra indiferencia y egoismo continuo…

Pedro maria

27 de junio

Tengo 29 años pero todavia no he nacido, sera por que aun me mantengo en un vientre materno, dentro de un estado paternalista con un atisvos y de existencialismo. Siempre la sociedad me ha dicho lo que puedo ser y hasta donde puedo llegar, limitandome en un espacio, siendo caracteriaticas limitantes mi situacion socioeconommica, mis capacidades, mi sexualidad y mi aspecto. Toda la vida el sistema paternalista decide por nosotros, lo que es correcto y lo que no, teniendo una vision errada de la concepcion de democracia. Comparto totalmente lo mencionado en el articulo y a su vez creo que mientras no se establescan mecanismos democraticos en que a parte de elegir politicos podamos elegir la constitucion que queremos a traves de una asamblea constituyente o tomar decisiones relevantea a traves de un plebicito. La sociedad esta pariendo personas concientes y consecuentes en donde priman las demandas colectivas, y valores como la empatia y la tolerancia se conjugan en comun.

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