Para muchos de los noventeros (38 años) crecieron en la fragilidad de la “transición” política. Entre discursos de “Nunca más”, y “Fortalecimiento de la democracia”, “Las Instituciones funcionan”, “No somos un país corrupto” (según CPI, 2013 de Transparencia Internacional).
Sin embargo, veo a los vecinos de Lampa protestando por un proyecto que prácticamente es una realidad. Por supuesto, se firmó a espaldas de la ciudadanía. Aunque existan miles de protestas y marchas ya es un hecho.Hay algunos que dicen que cambiar la constitución es la solución. Otros dicen que una Asamblea Constituyente podría marcar la diferencia, No importa qué alternativa, lo importante es sentar un precedente y pasar a la acción.
No hay ninguna posibilidad de que aún cuando el ciudadano ejerza su derecho constitucional de expresarse en democracia y éste no está de acuerdo, pueda cambiar algo. Es decir, efectivamente puede protestar, coordinar marchas, llamar la atención, quemarse a lo bonzo en la entrada de la Moneda. Sin embargo, nada de lo que un ciudadano común manifieste podrá cambiar negociaciones y contratos ya firmados.
Sí, existe el derecho a manifestarse, es un derecho en democracia, pero la gente no es escuchada. Y lo que es más grave, tampoco existe institución alguna que defienda los derechos de esa ciudadanía.
Si hacemos un ejercicio tan simple, en algo tan superfluo para algunos como los derechos del consumidor. Si estos son pasados a llevar, existe una “Institución” llamada SERNAC que no tiene ninguna otra función más que “mediar” entre consumidor y empresa, y bueno, los típicos estudios de mercado que hacen para marzo y navidad para llevar un sondeo de los precios. Pero más allá carece de peso ante alguna vulneración de derechos. SERNAC tiene cargos más bien políticos, que dejando los tecnicismos de lado, la institución vulgarmente pesa menos que un paquete de cabritas.
Tocando un tema más sensible como el de las Isapres, es aún peor, pues suben en forma descarada y unilateralmente los precios a los afiliados todos los años sin dar a cambio un mínimo aumento a alguna prestación, mientras que sus utilidades suben en un 56% con respecto al año anterior (Estrategia, 16 de marzo 2015). Bajo la mirada indiferente del Estado. Para qué hablar de la Superintendencia de Isapres, misma situación.
Otro tema al “debe” es el de las AFP. Nuevamente el Estado es indiferente a un sistema represivo, oscuro y rígido que obliga a cotizar durante toda una vida de trabajo, para que los únicos que saquen utilidades sean las mismas “Instituciones”. Haciendo caso omiso frente a una realidad de “pobreza encubierta” de todos aquellos jubilados que no reciben nada del Estado, es decir, los que no tienen la “dicha” de estar en el percentil más pobre de los jubilados, pues perciben $10.000 más de jubilación
Sin ganas de seguir retratando un panorama triste, oscuro y decadente, es necesario lograr mirar hacia adelante con esperanza en el futuro e intentar cambiar lo que estamos viviendo, esta represión de un Estado disfrazada de “democracia” que dejó de mirar al ciudadano y que lo ignora. Lograr darle un «refresh», a esta democracia es casi una obligación, puesto que lleva ya mucho tiempo en un sistema arcaico que era aplicado a un ciudadano poco informado, medianamente educado y muy poco empoderado.
Hay que salir de esta abulia extrema, donde todo “nos pasa”. Dejemos de ser ovejas obedientes que llevan al matadero. Salir de esta Matrix que tiene a todos en una realidad casi virtual inexistente, en un concepto muy bien retratado por los Wachowski.
Hay algunos que dicen que cambiar la constitución es la solución. Otros dicen que una Asamblea Constituyente podría marcar la diferencia, No importa qué alternativa, lo importante es sentar un precedente y pasar a la acción.
Sólo así dejaremos de ser un paraíso para los abusadores de poder, los corruptos que hacen arreglines a espaldas del ciudadano, los que hacen cosas “falto de ética” pero legal.
Comentarios
16 de abril
Ayer en Concepción 150 personas marcharon denunciando a la industria forestal mientras en Tocopilla los vecinos se manifestaban contra las plagas de ratones y moscas derivadas de la catástrofe social que dejaran las lluvias. En Santiago los estudiantes protestaron en las oficinas de Penta y Soquimich contra la corrupción y por la educación gratuita. Finalmente un grupo de deudores habitacionales se tomó la sede del BancoEstado. Valparaíso aportó con los técnicos que prestan servicios a Movistar cerrando una paralización de una semana.
Lo interesante de esas protestas, al igual que la marcha de hoy, es que se circunscriben en una batalla mayor que no tiene solo que ver con la indignación que produce la corrupción y con la crisis política que le acompaña, sino que colocan en duda esa “democracia” hecha a la medida de la casta política- empresarial, de quienes compran votos y conciencias. Eso involucra la consigna de “que los corruptos no decidan lo que Chile necesita”. Así, nuestra convergencia busca cambios reales en la manera de vivir, de trabajar y de estudiar. Por eso esta jornada del pueblo en la calle debe ser contundente.
+1
16 de abril
Efectivamente, hay muchos movimientos sociales, lo que ocurre es que lo tapan con noticias de puros delincuentes sin corbata y llenan programación con telenovelas turcas.
Están callando al ciudadano. El año pasado a fin de año el gremio de profesores estuvo en paro Nacional durante 1 mes!! Y nadie supo en las noticias.
Claramente están manipulando la información.
Saludos!
16 de abril
Excelente artículo
Creo q es hora d armar un plan de acción
+2
16 de abril
Y eso que me faltó tocar el tema de la Educación y Salud… Y los «honorables».
Saludos