“Estaba en casa cuando siento un ruido en el primer piso. Bajo las escaleras y me encuentro de frente con un hombre que me golpea en la cara. Caí al suelo. Me levantó del pelo mientras me gritaba y seguía golpeando. “Donde está la plata”. Al responder “¿qué plata?”, me volvió a golpear y en eso aparecieron dos tipos más. Me amarraron las manos a la espalda y con una pistola en la cabeza me gritaban una y otra vez dónde está la plata. Mientras tanto revolvieron todo, sacaron cajones, tiraron ropa por todos lados, incluso rajaron algunos cojines buscando dinero. Finalmente se llevaron mi auto cargado. Pero junto con lo material se robaron mi confianza, mi alegría de vivir, mi seguridad. Hoy ando temerosa y aprensiva». Esta es la historia de Patricia de Providencia.
“No sé cómo entraron pero ha pasado un año y sigo con insomnio, estoy insegura y paranoica. Llevo un año en tratamiento y todavía lloro al revivir el asalto”. Así parte Rosa María de 35 años que hoy al igual que Patricia, es una de las miles de víctimas que nunca pudo cerrar el círculo ya que los delincuentes que entraron a su casa un 20 de abril de 2014, a las 8:50 de la mañana nunca se lograron identificar. La causa quedó archivada por falta de pruebas.Basta de partidismo político y de mezquindad. Estamos convencidos que a la delincuencia se le gana cuando todos comprendamos que es nuestra responsabilidad, mejorar la calidad de vida de todos: de crecer con mayor igualdad, calidad en la educación y reforzar los valores que sustentan una sociedad.
Y seguimos. Asaltos en bombas de bencina, a tiendas, robos de autos nuevos. De esos que tienen encendido electrónico y que no necesita llaves.
Estos son algunos ejemplos de violencia en asaltos que marcan de por vida a los afectados, los que nunca vuelven a ser los mismos. Hay un antes y un después. Y la sensación de impunidad frente al delito donde no hay culpables o los que son detenidos, quedan en libertad por falta de pruebas, produce con el tiempo rabia, desesperanza y desconfianza en las autoridades.
Ese es el aire que se respira en Chile. Inseguridad incluso en tu casa, en tu hogar donde debieras sentirte en el lugar más cómodo y seguro de la vida. Datos aparecidos en El Mercurio del domingo 19 de julio, arroja cifras alarmantes, donde un 5% de los delitos cometidos, hay un detenido.
¡Basta de la delincuencia! Queremos vivir en paz. Tenemos derecho a vivir seguros. Es un derecho que el Estado debe garantizar, cuidar y defender. Queremos vivir en Paz nace de la inquietud de una persona que cansada de ver cómo esta ola de violencia crecía a diario, redactó una carta que envió por mail a todos sus contactos para motivarlos a no quedarse de brazos cruzados y hacer algo para terminar con la delincuencia. Un llamado a no ser indiferentes al drama ajeno y producir un cambio de actitud. Un movimiento ciudadano, apolítico, que va sumando a más gente de Arica a Punta Arenas.
A través de las redes sociales el movimiento ha ido tomando cuerpo y fuerza, creciendo a través de la gente y para la gente. Es nuestra gran fortaleza, porque estamos pensando en la unidad, por una causa común que con desesperación sentimos que la delincuencia nos roba el sentimiento más preciado de cualquier ser humano que es el de sentirse seguro en su casa, en su barrio y en su ciudad. Es un derecho básico, al igual que la educación, la salud y la vivienda.
De ese llamado a convocar y hacer algo por el país, el movimiento Queremos Vivir en Paz acogió este sentimiento de inseguridad, entendiendo que el problema de la delincuencia es transversal, no tiene color político y hoy, se tomó la agenda noticiosa del país.
La delincuencia es un problema complejo de resolver. Y una de las primeras preguntas que surgen es ¿Por dónde empezar? Estamos frente a un fenómeno difícil de abordar con distintas aristas que deben ser analizadas todas en su conjunto. Hoy lo que la gente pide es no más delincuentes sueltos en la calle. No a la impunidad, ni a la puerta giratoria. ¿Cómo atraparlos? ¿Faltará mejorar la integración de información entre Carabineros, PDI y registro civil, y que los primeros estén, a su vez, cada día más especializados en tipos de crimen, no importando dónde se generan? ¿Habrá que introducir cambios en leyes que generen mayor integración en la cadena de investigación de un delito, que tal como varios fiscales reconocieron en una entrevista dada a El Mercurio el 26 de junio, dónde dicen necesitar de una inteligencia criminal? ¿Faltará reformar la Reforma Procesal Penal? ¿Faltará subir las penas de cárcel para quienes el delito se transforma en una carrera profesional y además en un buen negocio? Estas son algunas inquietudes que surgen cuando conversamos sobre qué hacer en el corto y mediano plazo.
Para resolver hay que involucrar a la sociedad entera. Mejorar los círculos viciosos y faltos de oportunidad en sectores vulnerables, con mejor educación. Reforzar aquellos programas sociales, sean privados o públicos, que apunten en apoyar a niños y jóvenes en riesgo social, que desean surgir aportando a la sociedad y no destruyéndola. Nos gustaría ver más Fundaciones Para La Confianza, creada por Hamilton, Murillo y Cruz, que diseñan rutas seguras entre el colegio y la casa. Porque detrás de un niño seguro hay un niño feliz. Ver más fundaciones como Mi Parque que devuelven espacios públicos a la gente y así dar una señal clara a los delincuentes que las plazas son para las familias. Devolver esperanza a familias que desean algo mejor para sus hijos.
Basta de partidismo político y de mezquindad. Estamos convencidos que a la delincuencia se le gana cuando todos comprendamos que es nuestra responsabilidad, mejorar la calidad de vida de todos: de crecer con mayor igualdad, calidad en la educación y reforzar los valores que sustentan una sociedad. Pero este es un trabajo para 20 años plazo y hoy tenemos un problema grave que desespera a la gran mayoría de las familias en Chile.
No podemos seguir encarcelados en nuestros propios hogares, levantando cada vez más la rejas, comprando perros, alarmas, cámaras de seguridad, guardias, etc, etc, porque así no se puede vivir seguros.
Comentarios
20 de agosto
Un pais donde los mayores delincuentes estan en las clases altas y dominantes…………………….que peor ejemplo………………………………….un pais donde los militares asesinos y violadores de derechos humanos andan libres por las calles recibiendo casi nulas sanciones…………………..un pais donde los empresarios cogoteros se acostumbraron a robar el esfuerzo del trabajador y mas encima amenazan ante la mas minima reforma………………….un pais donde los curas homosexuales y pedofilos hacen y deshacen recibiendo ridiculas penas de oracion…………………………..un pais donde los politicos que debieran representarnos se dedican a la coima y a la corrupcion………………….un pais donde la mayoria de la gente es pobre.embrutecida por el futbol, la farandula o las teleseries turcas, y solo vive el dia a dia acogotados por la necesidad , los bajos sueldos y las deudas………………que solo siguen este mal ejemplo que irradia de las clases dominantes…………………..puchas que es dificil pedir que no exista el mal de la delincuencia…………
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Agenda corta de seguridad 2015
Creo fundamental recalcar que estas modificaciones constituyen la denominada “Agenda corta antidelincuencia”, ya que el éxito en la disminución de la criminalidad no puede descansar exclusivamente en el derecho penal y procesal penal, sino que debe ser parte de un conjunto armónico que integre prevención social, situacional, rehabilitación asistencia a víctimas y coordinación institucional.
Hacia un diálogo racional, y no pasional, sobre la delincuencia en Chile
Valdría la pena, por ejemplo, analizar si la agenda corta anti-delincuencia del año 2007, cuyos énfasis fueron bastante similares a los de esta nueva, tuvo los efectos esperados sobre la reducción de la criminalidad.
Seguridad ciudadana: Un trabajo desde la base
A pesar de todas estas iniciativas sabemos que no lo logramos todo, que falta muchísimo por hacer… llegar a una comunidad empoderada, demandante, consciente de su realidad y de sus necesidades pero también dignificada, donde la pobreza es una condición no un impedimento, ni un estigma.
Delincuencia y seguridad pública en Chile
Pese a que se ha aprobado una Ley de Fortalecimiento del Ministerio Público, un representante de los fiscales ha señalado que éstos tendrían en la práctica muy poco tiempo para coordinarse con el resto de los actores del sistema, incluso con los propios municipios que acusan las quejas de los vecinos, sin tener facultad alguna al respecto.