El nuevo orden social y cultural se reconoce en la dirección de actuar respecto de cambios civilizatorios. Ello implica una concepción de nuestra época como época de transición. Por más que lo intente, la época traspira agotamiento y cualquier vitalidad resulta más bien del artificio. Al cambio otros lo llaman de “paradigma”. En griego antiguo paradigma viene de paradeigma, y dice: modelo.
Habitamos un tiempo y unas sociedades mayormente dominadas por dos versiones de lo mismo:
– La sociedad liberal en la cultura que en la economía se la llama neoliberal. Aquí todos somos reales en tanto sujetos que concurrimos con nuestra propiedad privada -propiedad de lo que sea y de cuanto sea-, a todo tipo de mercados, para transarla al mejor precio. Por supuesto, quien llega con mucho más del recurso-dinero, impone sus condiciones. Eso lo llamamos abuso.
– La sociedad con mayor sensibilidad social que en la economía cree que el Estado debe poner “regulaciones” a los mercados –para contener los peores abusos. Nacen así hoy en todos los sectores las famosas “superintendencias” y los Sernac para consumidores con diversos apellidos. La lógica es la misma: mercado y propiedad privada individual, considerada la única capaz de lograr la eficiencia que necesitamos todos para llegar a vivir en la “riqueza”.
Desde Ecuador llegan otros vientos. En vez de lo mismo, lo alternativo. Y no se trata de teoría, de acumulación de textos con ideas de todas clases, sino de práctica constitucional –de echar una mirada a como queda organizada en el sumak kawsay, la sociedad ecuatoriana después de la nueva Constitución de 2008.
Como aquí se trata de pinceladas, de aires livianos y refrescantes, no de ladrillos conceptuales, solo un par de elementos:
– De entrada, el nuevo orden social y cultural se reconoce en la dirección de actuar respecto de cambios civilizatorios. Ello implica una concepción de nuestra época como época de transición. Por más que lo intente, la época traspira agotamiento y cualquier vitalidad resulta más bien del artificio. Al cambio otros lo llaman de “paradigma”. En griego antiguo paradigma viene de paradeigma, y dice: modelo.
– Este otro orden gira el centro del mundo de lo humano a la Tierra, nombre de Pachamama en las culturas andinas –importante, además, porque traslada el eje de una espiritualidad a un nombre en femenino. En lo práctico, progresiva indiferencia hacia la cultura de la apropiación y explotación de los elementos de la naturaleza: eliminación de las tierras y las aguas como objetos del puro mercado. El agua-mercancía se convierte en un sin sentido.
Y, en el artículo 57 de la nueva Constitución, diversas formas de propiedad: comunal, comunitaria, estatal, privada, mixta, territorios de los pueblos y nacionalidades indígenas, con criterios de inalienabilidad e indivisibilidad.
En medio de ellas, el reconocimiento de los llamados territorios intangibles, lugares donde la sociedad humana cede sus posibles derechos a esa Pachamama. Para que ella haga lo que sabe hacer. Lo que no nunca sabemos y jamás podremos los simples humanos.
Comentarios