En el acceso al metro se comienza a formar un «taco» humano. La gente mira indignada a los guardias que no dejaban pasar… No se puede señora, sucedió algo… Oiga pero déjenos pasar le insistió la dama… Por los altoparlantes se anuncia: debido a que una persona se lanzó a la línea del metro, este se suspendía hasta la estación Moneda y solo realizaría sus servicios desde Universidad de Chile hacia Apoquindo.
Las personas, molestas por el tiempo de espera, inmediatamente encaran a los guardias… ¡¡No escucho!!! Podemos pasar los que vamos en esa dirección, ya pues.
Nuevamente y tres veces seguidas, se indica por parlantes que una persona se lanzó al metro y por eso el retraso.Ya nadie se detiene a valorar la vida, a pensar en su sentido, a ese nivel nos hemos deshumanizado, en esto nos hemos convertido, en una sociedad que le interesa solo lo material dejando de lado lo espiritual.
Nuevamente la gente, esta vez más molesta e insistente, le exige, en sus derechos del consumidor, que los dejen ingresar, que para eso están pagando…
Por última vez se anuncia que una persona se lanzó a las vías.
Esta vez alguien habla al respecto: porque cresta no lo hizo en otro lado.
Nadie de los que estábamos ahí pedimos a Dios por el alma de ese ser humano que se quitó la vida, yo solo atiné a preguntarme, qué es lo que nos pasa que no nos conmovemos ante la tragedia de la pérdida de una vida y solo estamos preocupados de ganarle al tiempo.
Personas insensibles, individualistas, capaces de indignarse con el otro que interrumpió su rutina, que le alteró su vida, que lo retraso, sin siquiera pensar que hizo que esa persona tomará esa terrible decisión, que angustias, que drama humano, que presiones lo llevaron a dejar de amarse…
Ya nadie se detiene a valorar la vida, a pensar en su sentido, a ese nivel nos hemos deshumanizado, en esto nos hemos convertido, en una sociedad que le interesa solo lo material dejando de lado lo espiritual…
El metro sigue su recorrido, los consumidores suben raudos a sus carros, mientras en otra estación, retiran los restos de ese ser humano que se atrevió a interrumpir el flujo de las hormigas… Bueno en realidad hasta las hormigas se detienen a recoger a sus hermanos que han partido.
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