Una proyección posible, visualizable hoy, es la expansión hacia la región americana. Sucede que el Pacto de San José de Costa Rica integra a países de América a propósito precisamente del cuidado sobre los derechos esenciales del ser humano, que reconocen necesario para pretender jerarquía en la propuesta política regional.
La propuesta para ocupar cada uno de los que se encuentran preparados, un espacio de libertad disponible, en el marco jurídico nacional e internacional, inclusivo de dimensiones sutiles de la vida humana, sintónico con los derechos fundamentales de Ser Humano, que “deberán ser atendidos para rescatar de la miseria y el temor a la humanidad” se encuentran alcanzando una acogida progresiva. Paulatinamente, la información se ha ido irradiando, a través precisamente de las personas que ubicadas en distintas situaciones, se encuentran en el momento oportuno para recibir asociada e integrar lo esencial de la propuesta, que en virtud de la especificidad de cada cual se reviste de lo particular.
La exigencia que la propuesta formula, facilita la observación de la disposición efectiva de los distintos participantes en el proceso, para sintonizarse en una frecuencia común sin desconocer la propia especificidad y ponerla al servicio de la causa. Con certeza una oportunidad de estudio para todos en todo momento.
En el espacio virtual se han manifestado más de 11.000 ciudadanos, de todos ellos recibimos su coraje y luego de efectuada la verificación de RUT y otros descartes, dejamos solo a los chilenos mayores de 16 años. Menores de 16 y ciudadanos de otros países no han sido incluidos por de pronto, hasta que no surjan otras realidades.
En las notarías personas que decidieron firmar el escrito, son más de 300, y esta dimensión del proceso está recién iniciando su activación, que esperamos tenga un “peak” durante marzo. La distribución comienza en Arica, continúa en Iquique, Copiapó, Coquimbo, Valparaíso, La Calera, Santiago, Providencia, La Florida, Rancagua, Talca, Concepción, Valdivia, Punta Arenas. Hasta ahora, porque en otras ciudades como Antofagasta, La Serena, San Felipe y Temuco las personas se han visto enfrentadas a la negativa de los notarios para recibir el escrito y dejarlo para la firma, un servicio básico de este rubro. Ha habido perseverancia, paciencia y buena voluntad, y también ha sucedido que se ha comprendido que tenemos el derecho y hay voluntad de ejercerlos.
Colectivos pro cannabis, juventudes políticas, ciudadanos que cultivan su espiritualidad, organizaciones gremiales como el Colegio Médico, prensa y plataformas de opinión, como El Ciudadano, El Quinto poder, TheClinic, y otros, organizaciones de servicio, como la Corporación Clarita de Larminat, académicas, investigadores, y otros, se han ido sumando de modo natural y espontaneo por compartir en algún grado o espacio lo esencial de la sintonía.
La evolución no ha sido lineal, más bien por ondas que se expanden con diversas frecuencias y la organización que se encuentra en proceso de evolución.
Una proyección posible, visualizable hoy, es la expansión hacia la región americana. Sucede que el Pacto de San José de Costa Rica integra a países de América a propósito precisamente del cuidado sobre los derechos esenciales del ser humano, que reconocen necesario para pretender jerarquía en la propuesta política regional, y brota entonces la posibilidad de promover un proceso de integración entre ciudadanos americanos para establecer el ejercicio en desarrollo de libertades fundamentales, ahora, a propósito de los enteógenos, como la cannabis, ayahuasca, san pedro, peyote, hoja de coca, y solicitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que ejerza su función como órgano competente para cautelar y garantizar el efectivo resguardo de derechos esenciales designados para los propósitos por los países firmantes en el pacto mencionado.
Esta altura para ofrecer un motivo íntimo a propósito del cual integrarnos entre los americanos que compartimos sintonía en un plano trascendente, puede también significar un beneficio para las iniciativas nacionales que corren el riesgo de perder altura y ser arrastradas por las dinámicas clásicas que terminan separándonos, que sin embargo, en presencia de una matriz trascendente, pudieran profundizarse alcanzando competencias para la complementación sin competir entre nosotros.
El futuro es impredecible, como en todo proceso creativo. Si consideramos las señales emergentes parece razonable sostener la probabilidad de alcanzar algún grado de cristalización de una otra mirada a ser sostenida por un nosotros –a estas alturas profundo y ampliado-, en tanto ya no tranzar en participar de relaciones que no incluyan el espacio para ejercer nuestros derechos esenciales y cultivar lo sutil de nuestra existencia.
La cannabis, herramienta para la evolución y la integración individual y colectiva, a nivel nacional y americano, que en cualquier grado obtenido, cualitativamente será siempre significativo.
Comentarios
29 de noviembre
Por supuesto que hay que legalizar!
Se ha comprobado los beneficios que tiene en contra de enfermedades y de los síntomas de muchas de ellas entré esas las de la quimioterapia.
Legalizar es regular, bajar el narcotráfico que trae consigo delincuencia y aprovechamiento económico ilícito.
Vamos por el derecho a elegir como vivir y como tratar enfermedades, ya basta de enriquecer a cadenas farmacéuticas que sólo nos envenenan!
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