Es extraño cómo funciona la ideología. Uno hubiera pensado que los defensores a ultranza del mercado estarían dispuestos a morir con las botas puestas antes que aceptar la “intervención” del mercado. Sin embargo, son ellos los primeros en salir pidiendo que el Estado intervenga cada vez que sus intereses se ven afectados, aun cuando sea que se vean afectados por las reglas del mismo mercado.
Al terminar el día queda claro que la defensa extrema que algunos hacen del mercado no es una cuestión de principios ni ideologías, no es más que una cuestión de conveniencia. No es más que eso, pero no hay que engañarse: tampoco es menos que eso.
Pareciera que se ha perdido el sentido del deber ser, de lo correcto, de lo ético. Hoy impera un actuar, una moral, juicio valórico que sólo legitiman lo que me conviene. Aun cuando se pronuncie frente a un mismo hecho, el valor cambiará dependiendo de cómo ese hecho me afecte. Caminamos en una sociedad marcada por el individualismo y los intereses económicos. Sin ir más lejos, el caso de las bencinas, cuyo precio está determinado por valores internacionales se ve una vez más alterado simple y llanamente porque un grupo, una minoría, debe defender sus exportaciones y presiona al banco central a “intervenir” el precio de la divisa aún cuando esa intervención signifique para la mayoría pagar más.
Se ha consolidado el poder que beneficia a unos pocos en desmedro de la mayoría. La pérdida del valor de la divisa durante el año pasado no alcanzó al 10%, pero la industria exportadora presionó para no dejar que el mercado se auto regule, sino que simplemente defendió a ultranza su margen del 10%. Una industria así es simplemente una industria de “jurel tipo Salmón” que aparenta ser lo que no es, incapaz de afrontar el vaivén del mercado. Pretenden hacernos creer lo importante y poderoso que son, no son más que apariencias, vendedores de imagen a los que la inmensa mayoría debe financiar sus utilidades.
Cuando el precio de la divisa es alto y los exportadores obtienen rentabilidades y utilidades por sobre lo esperado no aparece el Estado colocando tributos transitorios que los obliguen a financiar el costo que el país ha asumido para que tengan éxito. Algo no está bien, si vamos a intervenir o regular el mercado, que sea para beneficiar a la mayoría y no para enriquecer a unos pocos.
———————————
Foto: Alexandre Vieira / Licencia CC
Comentarios
09 de enero
está bien si fuera un hecho económico, pero aqui hubo una intencionalidad,alguién cambió subitamente y vendió activos ,unos pensaron que era para cumplir pero lo real era hacer liquidez y comprar barato dolares ,sabiendo que proximamente sería intervenido por su staff,obteniendo ingentes ganancias y pasando piola por la reglas del mercado.Todos los entendidos nos dicen que el alza del tipo de cambio es efimera y proximamente deberá recaer,entonces porq. se hizo,metiendo a su vez en una pérdida al BCentral, pero si habrá unos particulares informados que gozaran y se solazan por ser diablos
0
10 de enero
No hay que confundir libre mercado con mercantilismo (capitalismo crony).
Libre mercado también es hacer sopaipillas o completos, y venderlos a los vecinos, sin que venga alguien a exigir un permiso, prohibirlo o a cobrar un impuesto…
Si uno entiende esa distinción, capta claramente que estas ayudas, por parte de los Estados a ciertos sectores, son de claro carácter mercantilista, sobre todo en nuestra economía.
En cuanto al juicio ético, concuerdo, en varios sentidos se juzga de manera distinta hechos similares, por eso tenemos gente que defiende dictaduras de derecha y otras de izquierda, pero que son dictaduras al fin y al cabo.
Tampoco hay que confundir individualismo con egoísmo. Hay egoísmo colectivo también, como cuando un grupo se arroga ciertos derechos o legitimidades. De hecho, lo de los exportadores es egoísmo colectivo.
0
10 de enero
Lo único claro aca es que el que paga todo esto es el que tiene menos. El pobre paga siempre un 20 % de Iva; y esa cantidad, cuando hay intervencion como ocurre ahora, es cada vez mayor; puesto que sube el dolar, y todo, pero todo sube. Poner mas Circulante en el mercado es una falacia; solo nos rebaja el precio del trabajo, y nos hace mas pobres.
0