Lo que pasó el día 21 del presente mes es un hecho lamentable. Lo que pasa en las manifestaciones; lo que ha pasado y va a pasar, es porque como sociedad hemos perdido la capacidad de asombro y de llamar a la paz. Les estamos enseñando a las próximas generaciones a odiar desde que son pequeños.
Lamentablemente hay muchos libros de sociología que muestran qué pasa cuando la sociedad toma los relieves que hoy nuestra sociedad está generando. Entonces, hablamos de paz hacia los nuestros, pero a los que piensan diferentes les deseamos la muerte o dudamos de su capacidad intelectual, cuando en realidad, aunque tengamos diferencias tenemos que hacerlas convivir. Nunca se sabe si la persona que nos tiende una mano piensa distinto a nosotros. Tal vez la persona que donó un órgano a uno de los nuestros era diferente de pensar.Todos los que conformamos nuestra sociedad somos responsables de los resultados que tenemos; todos los que hablan, los que gritan y los que callan. Aprendamos de nuestros errores como sociedad, ya que aunque no se crea, hasta al ermitaño le afecta lo que la sociedad hace.
Todo en la sociedad repercute de una u otra manera, lo que hemos vivido y nos hizo mal a nosotros no lo convirtamos en odio hacia otras generaciones. Si queremos paz, luchemos por ella. Hay que ver, por ejemplo cuántas de las personas que alegan y abogan por las redes sociales debido a lo sucedido con el trabajador de Valparaíso se han contactado con la familia y le han preguntado si necesitan algo, si tienen un abogado que los defienda, si tienen alimentos o si necesitan medicamentos? Si hablamos por las redes sociales y nos quedamos quietos, no va a servir de nada, porque hablamos de cooperación.
Las redes sociales una realidad virtual, nos han hecho expresarnos, pero también perder más de lo nuestro como seres humanos. Vemos como nuestra sociedad se destruye y nos destruimos unos a los otros. Lamentablemente desde mi punto de vista, como país somos una sociedad que aún no alcanza la madurez: la adultez, todavía pensamos que la imagen presidencial es una imagen paterna o materna, y condicionamos nuestro actuar, como cuando un niño pequeño afronta a sus progenitores porque no le quieren comprar algo y hacen berrinche. Nos hemos convertido en personas consentidas que si no hacen lo que nosotros queremos buscamos perjudicar o destruir lo que es diferente: lo diferente da miedo, pero el miedo se detiene una vez que conoces la situación.
Todos los que conformamos nuestra sociedad somos responsables de los resultados que tenemos, todos, los que hablan, los que gritan y los que callan. Tal vez no seremos la especie las evolucionada, pero vivimos de necesidades. Aprendamos de nuestros errores como sociedad, ya que aunque no se crea, hasta al ermitaño le afecta lo que la sociedad hace.
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