El día martes 12 de enero de 2016, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones estrenó una campaña comunicacional anti-evasión como un llamado a crear conciencia sobre este tema entre los usuarios de Transantiago. Dicha campaña contempla el desarrollo de un set de piezas gráficas, las cuales están siendo exhibidas al interior de 1000 buses y en más de 355 estaciones de trasbordo. La campaña cuenta con un video que ya está en redes sociales, además de la distribución de más de 250 mil volantes informativos, portabip!, bolsas y mochilas con mensajes alusivos a la campaña. Se desconoce el costo total de la operación, pero se entiende que el origen de los fondos es estatal.
El sistema de buses Transantiago está en manos de 10 empresas privadas, entre algunas de las empresas asociadas están Alsacia, SuBus Chile, Buses Vule, Express de Santiago Uno, MetBus, Veolia Redbus Urbano, S.T.P. Santiago. Además del Administrador Financiero del Transantiago (AFT) que recauda el dinero de los pasajes y es controlada por algunos bancos, entre ellos BancoEstado (21%), Banco de Chile (20%), BCI (20%), Banco Santander Chile (20%), Promotora CMR Falabella (9,5%). También se encuentra la empresa Sonda, que facilita la gestión del sistema de validación y pagos mediante la Tarjeta bip!, además de Administrar el Centro de Información y Gestión (CIG).El gobierno señala en su campaña “todos tenemos que poner de nuestra parte para que el transporte público funcione”, entonces cabe preguntarse cómo y cuándo sabremos cuáles son las utilidades de las mencionadas empresas que sostienen el Transantiago, para poder evaluar en frío si este es el sistema más adecuado para sostener un servicio tan importante como el transporte púbico.
Dentro del ámbito de las ganancias que genera el Transantiago poco se sabe sobre cifras oficiales, lo que se ha dado a conocer ha sido a través de estudios puntuales sobre el tema, a partir de esta base se calculan al menos 150 millones de validaciones al mes, entre pasajes tarifa adulto y escolar. Las pérdidas económicas son difíciles de imaginar, ya que no son menores las cifras que recauda diariamente, además de la suculenta subvención que recibe por parte del Estado. Se vuelve cada vez más necesario contar con los montos exactos que expliquen el origen de esta eventual crisis que justificaría una campaña comunicacional como esta.
Metro, por ejemplo, es una empresa de origen estatal, pero funciona autofinanciando su operación diaria, resulta lamentable que una institución que entrega un buen servicio no cuente con un respaldo estatal. Metro debe velar permanentemente por sostenerse financieramente, más del 80% de los ingresos de la empresa corresponde a ingresos tarifarios. La tarifa técnica de Metro se ajusta permitiendo cubrir los costos operacionales de largo plazo con un horizonte de 40 años, a pesar de que es una institución que no cuenta con dineros provenientes del Estado, Metro declara pública y anualmente el estado de su patrimonio, a través de su página web.
El gobierno señala en su campaña “todos tenemos que poner de nuestra parte para que el transporte público funcione”, entonces cabe preguntarse cómo y cuándo sabremos cuáles son las utilidades de las mencionadas empresas que sostienen el Transantiago, para poder evaluar en frío si este es el sistema más adecuado para sostener un servicio tan importante como el transporte púbico. Sin embargo cabe señalar que el llamado al orden por parte del Gobierno devela, al menos, que este sistema no deja, por sí solo, el margen monetario necesario para implementar mejoras.
Comentarios
15 de enero
Estimada Camila no me parece conducente su criterio. Si usted denuncia y demuestra que habitualmente le roban cada vez que sale de su casa (un robo equivale a evadir el pago en de un servicio de transporte) ¿El estado debe condicionar su apoyo según lo que usted gana o alguna otra condición?.
Saludos
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