La industria científica en el país siempre ha gozado de un bajo perfil. La investigación per se, es un trabajo silencioso. Sin embargo, durante este 2015 se podría decir que ha sido el año en que los “delantales blancos sacaron la voz”.
De acuerdo a los últimos datos de la OCDE, Chile es uno de los países que menos invierte en ciencia. De hecho, se destina menos del 1% del PIB a Tecnología y Ciencia. Este presupuesto no alcanza. Durante el mes de noviembre se votó en el Congreso el presupuesto 2016 para Ciencia y Tecnología. La propuesta de Gobierno estaba muy por debajo de lo esperado, llegando sólo a destinar un 0,34% del PIB a esta materia.Es preciso dar señales claras y concisas para que la ciencia tenga el valor que merece. Hoy, más que nunca es importante evaluar la evidencia científica que existe, así como dirigir y encauzar los esfuerzos para continuar potenciando la investigación en el país.
Otro consistente dato es que existen becas para que los científicos chilenos puedan continuar sus estudios en universidades extranjeras, con el compromiso de volver a Chile a implementar lo estudiado. Sin embargo, una vez de vuelta en el país, no existen plazas de trabajo para estos profesionales altamente capacitados.
Y si bien existen proyectos que incentivan el desarrollo de este campo, como la plataforma de Biotecnología en la que está trabajando Corfo, cabe preguntarse ¿por qué la ciencia no goza de popularidad en el país? La comunidad científica es altamente productiva y valiosa. Chile cuenta con mayor número de publicaciones ISI (Institute for Scientific Information) por habitante, que países como Argentina y Brasil.
En Cells for Cells, se está trabajando en 5 patentes a partir de Células madre mesenquimales derivadas de fluido menstrual: Manejo de enfermedades infecciosas y síndromes clínicos; Regulación de Exosomas como herramientas terapéuticas para regular el crecimiento del tumor; Fabricación automatizada de tubos y vasos sanguíneos; Método para la diferenciación de células y; Exosomas derivados de las células mesenquimales para el tratamiento de patologías neurodegenerativas. Una de ellas se encuentra en la última etapa para fase nacional, por lo que estaría ingresando a unos 17 países, entre Chile, Estados Unidos y Europa; oportunidades antes impensadas para el mercado y la salud de nuestro país.
No obstante, es preciso dar señales claras y concisas para que la ciencia tenga el valor que merece. Hoy, más que nunca es importante evaluar la evidencia científica que existe, así como dirigir y encauzar los esfuerzos para continuar potenciando la investigación en el país.
Por Oscar Solar, CEO Cells for Cells y Consorcio Regenero.
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