Chile está a pasos de conmemorar 200 años de vida republicana, de los cuales debemos estar orgullosos y celebrar tamaño acontecimiento… ahora, mi pregunta es la siguiente: ¿CELEBRAR QUÉ?
Celebrar un país polarizado por las diferencias y peleas rascas, ya sea en nuestra fauna política, en el mundo deportivo, en la televisión, en la familia, y en un largo etcétera.
Hago eco de las palabras expuestas por Roberto Méndez (director de Adimark) en su columna de la Revista El Sábado, según quien en nuestro país se ha instalado “la incómoda sensación de enfrentarnos a un creciente nivel de conflicto” en general. Si el de izquierda pelea con el de derecha, si el hincha albo pelea con el hincha azul, si el patrón pelea con el proletariado, si el joven pelea con el adulto, si en indígena pelea con el Poder Ejecutivo, y así; podría seguir enumerando sucesos desagradables. En 200 años, más que avanzar, vamos cuesta abajo como sociedad.
No somos un pueblo que respete al más débil; ni mucho menos, que respete nuestras costumbres. Velamos sólo por nuestros intereses, sin importarnos el del lado, ejemplos claros son el delincuente común es quien tiene que velar por sí mismo (aunque para eso tenga que robar, o incluso, matar si es preciso).
Somos un país solidario solamente cuando existen campañas como Teletón, Chile Ayuda a Chile, o campañas en redes sociales; donde un grupo de individuos se junta importándole un huevo la causa, sino para llenar sus egos enormes y sus abultados bolsillos. Donde se junta la sonrisa cínica, falsa y mentirosa bajo un solo objetivo. Sonrisa pedestre que se ve en reuniones familiares, donde te cae mal un familiar y para no quedar como un ordinario, vas por el solo hecho de cumplir, por la mera formalidad.
Y si me preguntaran si creyera que el mundo se acabara el 2012, les contestaría “¿y no podría ser antes?”. Y no es algo muy descabellado, porque veo a ese fin apocalíptico como el comienzo de algo nuevo, llámenlo Nuevo Orden Mundial o lo que sea, pero espero que esa nueva generación la que celebrará el Tricentenario de la república sea mejor que en la mierda que estamos viviendo hoy.
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Foto: Santiago, Chile – -S / Licencia CC
Comentarios
16 de septiembre
Interesante comentario, me sumo a su crítica respecto de nuestra mediocridad social y cultural pues, Además de ser una sociedad de los mínimos exigidos, somos un bastión de egos en busca de espacios, los cuales creemos nos pertenece por derecho propio. Independiente de la forma en que accedamos a ellos.
No obstante, no encuentro que relación tiene eso con la celebración del bicentenario.
Su comentario dice cómo cuestionamiento: que es lo que celebramos, si estamos plagados de conflictos, con mucha distancia de las minorías y sumando cada día los egocentrismos a nuestra cotidianidad.
La pregunta es: cuándo eso ha sido distinto?
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